37. Mi pequeño Panda

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Actualización (3/3)

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CALVIN CRAFT

Mi racha era la peor, desde que sacaron a Denver del equipo por otra denuncia de agresión, habíamos perdidos los últimos juegos de esta temporada, Denver era un idiota, pero era un excelente jugador.

Lo peor era que mi mente estaba en Claus, su cuerpo, su voz, nuestra historia, todo se revolvía en mi cabeza. Intenté estar con otras mujeres, pero era imposible, nadie me la sacaba de la cabeza, nadie la superaba.

Mi hermana, mi maldita sangre.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo justo cuando me senté en el mueble de mi casa, lo saqué y miré la pantalla observando que se trataba de mi padre, fruncí el ceño, él casi nunca me llamaba, y si lo hacía era algo grave.

—¿Qué ocurre? —murmuré.

—Calvin, lo siento por interrumpirte —dijo—, sé que dijiste que no querías saber nada de nosotros, pero... Tu mamá...

Su voz se ahogó y llevé una mano a mi cabeza, debía de ser algo realmente grave si mi papá me llamaba para contarme algo de mamá.

—¿Mi mamá qué? —exigí.

—Está muy mal en el hospital —soltó—, no te lo había dicho, no quería que nadie lo supiera, pero hace unos años se sometió a una operación, tenía tumores en los senos, luego se hizo una reconstrucción, pero eso hizo metástasis, sufrió una decaída el mes pasado y ahora... está muy mal.

No podía creer lo que me decía.

¿Cáncer? ¿Mi madre? Hace unos meses que había regresado de allá, ¿por qué no me dijeron nada? La conocía, probablemente sabía que la noticia de Habacuc y Claus era suficiente tortura para mí.

Apreté los puños y negué con la cabeza.

—¿Cómo pudiste...? —Dije— ¿Cómo pudieron ocultarme algo tan importante?

Podía pelear con mi familia, pero los amaba, joder.

—Lo siento —dijo—, supongo que todos somos culpables.

Colgué la llamada y metí las manos entre mi cabello, pero aun así no podía estar tranquilo, así que me levanté tomando mis llaves y manejé a la iglesia más cercana.

Me sentía como una enorme mierda.

Era un terrible hijo, mi familia estaba destruida y la que intentaba construir también se destruyó.

Entré directamente al altar y caí al suelo de rodillas frente a una cruz de madera, miré hacia arriba como si pudiera ver a Dios, pero evidentemente no lo vi.

—Te lo pedí —susurré—, cuando salvaste a Claus de morir me escuchaste, pero estoy ahogado, solo dame una respuesta, estoy cansado de sufrir, si me oyes, solo dame una respuesta... ¿Qué debo hacer?

Esperé y esperé, pero no me llegó una respuesta del cielo.

Me sentía estúpido.

Me sobresalté un poco cuando mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo sequé con furia, las lágrimas se escurrían de mis mejillas y miré la pantalla de mi teléfono, era mi manager.

Ahora no Rodolfo.

Al ver que no le contesté, me dejó un mensaje que pareció ser la respuesta de cielo que yo estaba esperando:

—Nos tomaremos una semana.

Una semana libre de prácticas, posiblemente para ahuyentar la mala racha que estábamos teniendo. Cuando miré nuevamente la cruz de madera sonreí posiblemente pareciendo un lunático.

Ella Fue Mi Crush Primero(#2) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora