44. El final

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Último capítulo.

*†*

Los pulmones de Diego no lo soportaron, no duró ni siquiera un día de vida, me sentía destrozada, Calvin aparentaba estar tranquilo, pero sus ojos hinchados revelaban que lloraba probablemente cuando no lo veía, lo peor fue llegar a casa y ver todos los juguetes, la ropa, los pandas, todo nos recordaba a Diego.

Lo peor es que a pesar de que Calvin y todos dijeran lo contrario yo era la única culpable, yo lo maté, aun sin ser consciente, le hice mucho daño, él pagó mis errores.

Los días fueron muy grises, se sentían pesados, el hueco de mi corazón ardía incluso peor que cuando Calvin rompió mi corazón, él también parecía sentirse desanimado, lo peor era que ya se acercaban los juegos internacionales y Calvin no había estado jugando bien en las prácticas, así que dijo que era mejor viajar por una semana, solo los dos, alejarnos de todo y de todos, así que comenzamos a planificar una salida dentro de unos días a Dubái.

Fue ese día antes de viajar, que Rachel me llevó a una reunión de mi trabajo porque a pesar de que tenía permiso por mi post embarazo,  necesitaban revisar unos planos que yo autoricé y que al parecer habían desaparecido.

No había sido así.

Todo era una trampa, Rachel me dejó en el mirador de la ciudad y se fue dejándome sin saber qué coños estaba pasando, diciéndome que mis compañeros de trabajo irían a ese lugar con los planos en cualquier momento, fue en ese momento que me quedé sola con los brazos cruzados mirando hacia el cielo que lo vi.

Un avión, o un helicóptero no estaba segura, llevaba en la parte trasera un gran cartel donde se leía:

“Santa Claus, Cásate conmigo.”

Llevé las manos a mi boca y voltee hacia atrás cuando escuché pasos a mis espaldas, Calvin estaba disfrazado de un panda gigante pero sin la cabeza, solo su cuerpo completamente esponjoso.

Mierda.

Inevitablemente algo se revolvió en mi pecho.

¿Cómo es que Calvin se las arreglaba para siempre sorprenderme y dejarme sin palabras?

—¿Qué mierda Calvin? —dije sin poder evitar reírme, pero mis ojos se cristalizaron y tuve que llevar una mano a mi boca de nerviosismo.

Calvin sonrió, el viento revolvía su cabello con fuerza y caminaba de manera graciosa con ese traje esponjado, se detuvo cuando estuvo frente a mí y comenzó a arrodillarse, una caja roja estaba sobre la palma de su mano cubierta por los guantes del traje.

—Supongo que este es en honor a nuestro panda —dijo con una sonrisa torcida—, creí que sería mejor, hacer esto de la manera correcta, quiero tener el honor de pasar el resto de mi vida contigo, sé que hemos pasado por minas y explosiones a lo largo de nuestra extraña relación, nos odiamos, peleamos, nos amamos y sobre todo lo superamos...

Comenzó a intentar abrir la caja.

—Por eso Claus Harrison —el guante le impedía abrir la caja, soltó una vulgaridad y yo tuve que ayudarlo a abrirla sin ocultar una carcajada, una joya deslumbrante apareció, era un anillo plateado con brillantes blancos, era completamente hermoso.

—Lo siento, creo que no preví eso... como sea, Claus quiero estar contigo por el resto de mi vida, amarte y... todo lo que se suponga que los esposos hacen —sonrió con nerviosismo—, ¿tú quisieras ser mi esposa?

Las lágrimas se escurrían de mis ojos y sonreí afirmando con la cabeza sin poder encontrar mi voz, Calvin se levantó y me envolvió en un abrazo que yo correspondí aferrándome a él sintiendo que afrontábamos una nueva etapa, sintiendo que nuestro caminos a pesar de haberse separado muchas veces y de luchar con nuestro sentimientos, solo me hacían pensar que siempre estuvimos destinados a estar juntos, pero que construimos la forma ideal de por fin lidiar uno con el otro sin complicaciones.

—Calvin —susurré separándome un poco, él me miró con curiosidad de lo que le fuera a decir—. Quiero que nos hagamos un tatuaje.

Su cara fue una mezcla de emociones hasta que finalmente alzó una ceja.

—¿Un tatuaje? —repitió incrédulo.

Afirmé con la cabeza y comencé a explicarle mi idea a medida que nos dirigíamos a su auto al lugar donde él siempre se tatuaba, fui yo primero, quise tatuármelo detrás de mi hombro izquierdo, Calvin como ya tenía todos los brazos tatuados, él decidió hacérselo en la pierna.

Al llegar a casa ambos nos sentamos uno frente al otro en la cama, no aguantaba la emoción de mi primer tatuaje, Calvin aparentaba estar tranquilo, pero por el brillo en sus ojos sabía que también le emocionaba la idea.

—¿Lista? —dijo Calvin con una ligera sonrisa, afirmé con la cabeza y solté un suspiro.

—Al mismo tiempo —dije—, uno, dos...

Ambos nos quitamos el algodón, Calvin observó la nueva marca permanente de su piel sobre su muslo, yo tomé un espejo y observé mi propio tatuaje, el que ahora ambos teníamos y nos unía de alguna manera incluso más que el matrimonio.

Eran unas patas de panda, sencillo, pequeño, pero que representaba algo muy grande en nuestras vidas.

—¿Te he dicho lo hermosa que eres? —murmuró Calvin, quité la mirada del espejo y la fijé en él sintiendo mis mejillas sonrojarse.

—No —dije con un eje de sarcasmo, él siempre decía esas cosas lindas solo para hacerme sonrojar.

—Qué bueno porque eres más fea que un espanto —dijo Calvin con una sonrisa maliciosa.

Le giré los ojos con dramatismo y me iba a levantar de la cama cuando de repente me agarró de la cintura y me empujó contra el colchón, ahogué una carcajada y él comenzó a hacerme cosquillas en el cuello con sus labios.

—Es mentira —dijo comenzando a mordisquear mi cuello, me retorcí sin poder evitar reírme—, Eres lo más hermoso de este mundo, te amo con cada órgano de mi cuerpo.

Sentí mi rostro sonrojarse cuando sus labios buscaron los míos y nos fundimos en un lento beso que me dejó sin respiración.

*

Al llegar de las vacaciones de Dubái, Calvin comenzó a mejorar en sus juegos, yo retomé mi puesto en FEDE y comenzamos a acoplarnos a nuestra nueva rutina, la boda fue un sueño, un amplio local parecido a un castillo, la decoración era impresionante, el manager de Calvin (Rodolfo) insistió en encargarse de la boda y de verdad fue algo completamente soñado, había muchísima gente y varios reporteros afuera, pero yo me enfoqué en disfrutar el momento junto al chico que me enloqueció desde el primer momento y con el que viví cosas que no me hubiera gustado compartir con nadie más.

Decidimos comenzar a asistir a una iglesia después de nuestra luna de miel, Calvin había insistido y debía de admitirlo, era una plenitud distinta saber que Dios estaba cuidando de nosotros y que a pesar de no haber confiado en él desde el comienzo, ahora lo hacía y podía sentir las cosas ir de mejor a excelente. Mi alma lo necesitaba.

Ahora después de dos años donde nuestros trabajos, nuestras vidas y nuestra salud eran estables y veíamos una película, Calvin mantenía su cabeza a la altura de mi barriga para hablarle a Clara. Nuestra bebé tenía dos meses, la cuidábamos como un tesoro, y Calvin no guardaba su emoción de tener una niña.

Suponía que nuestro: “Posiblemente, nuestras vidas vuelvan a cruzarse en el futuro”.

Se había convertido a un: “Nuestras vidas se volvieron una después de encontrarnos.”

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Ya pues, secaré mis lágrimas por este final feliz, peeeroooo falta el epílogo -de acá veo sus caras de angustia🤣🤣 - lo subiré en unos días porque lo estoy editando para que lo disfruten😁💕

Aclarando el capítulo anterior, la muerte de Diego sé que no es ideal, pero en realidad pasó, Diego fue real en mi vida, era mi sobrino, y quería crear conciencia acerca de lo delicado que es un embarazo, si no estás preparada, usa condón.😔

Los amo con mi hígado, si quieres leer más historias, puedes entrar a mi perfil❤️
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Ella Fue Mi Crush Primero(#2) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora