•Capítulo extra II•

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-¿Están seguros? Tal vez debería quedarme. Yo...

-Tranquila, cosita. Podemos cuidar a nuestro hijo perfectamente. Un bebé, ¿qué tan difícil puede ser?

-Wall es nuestro amigo y te necesita. Le prometiste que le ayudarías con este asunto, ternurita.-puse una mueca.

-Estaremos bien.-me sonrieron.

-De acuerdo, tal vez vuelva un poco tarde. Los amo.-les di un beso a cada uno.-Adiós, mi amor precioso.-besé la punta de la nariz del pequeño Sebastian. Sí, así lo llamamos. No Sebastián, Sebastian. Después tomé mi mochila y salí de nuestra casa. Caminé hasta el bosque alejado al pueblo y abrí un portal hasta el mundo en el que está Wall. Allá vamos.

***

Tomé el agua de mi botella. Sigo odiando esa sensación. Me coloqué mi abrigo. Aquí hacía mucho frío. Caminé entre la nieve, ya sabiéndome el camino de memoria. Los venía a visitar de vez en cuando. Una vez llegué a su cueva, lo vi sentado con la mirada perdida.

-Pero si es mi Yeti favorito.-sonreí sacando las manos de mis bolsillos para que me diera un abrazo.

-¡Riley!-corrió hacia mí y me apretujó contra él como si fuera un simple peluche.

-Me asfixias.-reí.

-Lo siento.-Me dejó en el suelo nuevamente.

-¿Estás listo?-su mirada volvió a apagarse.

-Estoy emocionado pero... tengo miedo.-me acerqué y tomé su mano suavemente.

-Todo va a salir bien, te lo aseguro.-me sonrió y asintió. Y así fue como nos pusimos en marcha. Abrí un portal y nos fuimos.

***

Le tendí la botella de agua.

-Gracias, Riley.-todo el lugar era completa oscuridad. No había nada más que oscuridad. Lo único que se iluminaban eran nuestros cuerpos, los cuales estaban rodeados por una luz neón extraña. Supongo que al no pertenecer a este mundo esto es lo que ocurre. Hace unos días mi madre me había charlado sobre un poder que todos los dioses poseíamos, el cual era la oportunidad de comunicarse con las almas que habían dejado este mundo. Había que viajar hasta el mundo de las almas. Una vez allí necesitaba un objeto de una de las almas a las que quería invocar. Me concentraba en ello y mis poderes hacían el resto.

-¿Tienes el osito de peluche?-me lo tendió. Lo tomé y me senté en el suelo frío, cruzándome de piernas.-Necesito mucha concentración para esto, ¿sí?

-Claro, estaré aquí a tu lado en silencio.-asentí. Abracé el peluche, cerré los ojos y me concentré. Una inusual vibra comenzó a recorrer mis venas, como si pudiera sentir mis poderes viajar por todo mi cuerpo. Sentí un cosquilleo en mis manos. Apoyé el osito en el suelo, sin soltarlo. La luz al rededor comenzó a hacerse más fuerte, revoloteando mi cabello, iluminando mis venas con luces y haciendo que mi ojo rojo brille. Sentí mi poder desprenderse y luego una línea recta de luz resplandeciente salir del peluche. Se frenó frente a un pequeño ser peludo.

-Lily...-susurré. Lily, la pequeña hermanita de Wall, la dueña del peluche. Wall se mostraba impaciente.-Lily, por favor, guíame a las otras almas.-ella asintió y desapareció por un momento. Con una mano toqué a Wall para que pudiera conectarse también. Unos segundos después su madre, su padre, un hermano más llamado Clink y Lily aparecieron frente a nosotros.-Wall, recuerda que solo tienes poco tiempo porque...-pero no me escuchó, simplemente se acercó a su familia emocionado. No quise arruinarles el momento. Mientras yo seguía sosteniendo el peluche para no perder la conexión, Wall se reencontró con su familia. Hubieron un par de lágrimas y no voy a mentir, yo también me emocioné. Una familia reunida, al fin. Yo sabía lo que se sentía eso y era la felicidad máxima. Cuando tuve que explicarle que su familia no regresaría como él creía me costó mucho. El pobre se había deprimido y la solución que encontré fue esta.

-Riley es una diosa, tiene un palacio como a ti te gusta.-habló él.

-¿En serio?-Lily sonrió.

-Así es. Algún día la verás, lo prometo.

-¡Sí!-Un eco a mi lado me alertó. Y ahora venía la parte mala de todo esto. Muchas almas "malas", por llamarlas de alguna manera, detectaban los cuerpos inusuales presentes. Son almas que en vez de descansar en paz quieren volver a la vida. Si las escuchas puedes perderte en ellas y perder la conexión con las almas con las que querías conectarte. Hacen todo lo posible para distraerte y que caigas en sus redes. Muchas se lamentan y ruegan por la libertad, cuando en realidad ya son libres aquí. Son almas en pena. Las demás sentirán nuestra presencia y comenzarán a molestarnos. Se acumularán aquí y hasta podrán hacernos daño, y eso es lo que quise advertir a mi amigo.-Wall...-comenzaba a doler. Las almas estaban asiendo su trabajo. Empecé a sentir el verdadero dolor, como si me cortaran la piel con navajas.-Hay que irnos.

-Un momento más, por favor.

-No... no resisto... por favor.-por estas cosas nadie viene aquí. Por eso no es un lugar concurrido. Wall suspiró.

-Hazlo.

-Liberame animarum.-susurré.-Libérame de las almas.-todo el dolor que sentía desapareció pero los rasguños seguían ahí. Las almas de sus familiares se desdibujaron en el aire y todo volvió a ser como el principio, solo oscuridad y nuestra luz.-Lo siento Wall.

-¿Por qué?-me sonrió.-Hiciste más de lo que pudiste haber hecho por mí. Además, pude hacer algo que antes no había hecho.

-¿Y qué es?

-Decir adiós.

***

Con pereza abrí la puerta de mi casa. Estaba exhausta de todas las maneras posibles. Física, emocional y psicológicamente cansada. Arrastré los pies hasta el salón, donde vi la imagen más tierna de todas. Mika dormido en el sofá con la cabeza apoyada en el hombro de Drogo, el cual dormía sentado con las piernas en la mesa. Mientras tanto mi lindo Seb dormía tranquilamente en medio de ambos, sostenido por sus dos papis. Veo que no soy la única exhausta. Un último esfuerzo por los amores de mi vida no me va a hacer daño. Chasqueé los dedos para teletransportarnos a todos a la habitación, limpiándonos a todos de paso. Dejé al bebé en su cuna mientras a mis otros dos bebes grandulones los arropé en la cama. Les puse sus pijamas a todos y luego hice lo mismo para mí. Mañana limpiaremos toda la casa. Me metí en la cama, entre medio de Mika y Drogo.

-Hicieron un gran trabajo.-susurré dándoles un beso a cada uno en la frente. No pasó mucho para que mis párpados se cerraran y cayera rendida al sueño profundo también.

Buenaaaaas. Les tengo una gran noticia que les pondrá felices :D ¡Va a haber tercer libro! Ya escribí dos capítulos que espero subir pronto, cuando se terminen los capítulos extra aquí.

Los amo!! 💜🖤💜🖤

Sami

My no so Secret [Secuela de "¡My Secret!"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora