THE DESTINY | Terminada-Sin corregir.

》Miedo《

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MAVERICK♠

—Eres una tonta.- risas de burla a mi alrededor.

—Nunca me gustaras para  ser mi mujer.- me mira con esos ojos intensos. —niña.

—Siempre tendré lo que tu no.- ríe, —pues mírate. - me observa con asco. —estas ciega y así estarás por siempre.

Estoy en un círculo con todas aquellas personas a mi alrededor hablando de mí. Diciendo cosas que me hieren, como pueden hacer eso.

—Hay hermanita.- me giro hacia donde proviene las voz. —si pensabas que te quería.- mis ojos se llenan de lágrimas. —das pena.

Comienzan ha alejarse las voces de mí. Es tan profundo el dolor que siento que duele como un golpe en una  herida abierta, se que estoy soñando. O tal vez no. Malick nunca diría eso.
¿Y si de verdad está conmigo por lástima? ¿Si Grant solo está  jugando conmigo?

Tengo tantos miedos, que dudo poder pasar de ellos cuando me han perseguido toda mi vida, a toda hora. A pesar se ser la chica "fuerte" no soy más que una cobarde.

Las máquinas a mi alrededor hacen que vuelva en sí, su sonido me trae de vuelta a la realidad. Eso sólo era un sueño en el que yo seguía sin poder  ver. Y creo que eso se va a quedar así hasta en la realidad.

—Esta reaccionando.- una voz femenina se escucha distante.

—¿Maverick? ¿Me escuchas?

Asiento a lo que el señor ahora  dice.

—Te duele algo, ¿qué sientes?

—La cabeza.- mi voz sale más ronca de lo que pensé. —tengo seca la garganta.

—Es normal.- soba mi hombro. —esperemos te establezcas, y procederemos a lo siguiente.

Los nervios me invaden, ya que la voz de dicho doctor no es de mucho ánimo ni esperanza. Lo que temí, no volveré a ver en mi vida. Es difícil muy difícil tomando en cuenta en la situación en la que me encuentro justo ahora. Con mi padre, con Grant, con mi mejor amiga. No tener a nadie a mi lado en estos momentos es lo peor que puede pasar alguien.

— Gracias, -susurre  débil y algo desanimada.

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El pasar de los minutos en este lugar es de lo mas inquietante, el compás con el sonido de las máquinas y el ruido de mis pensamientos, es asfixiante.
Tratar de pensar en algo bueno no es mi fuerte, y menos en este tipo de situaciones.

—Hija.- escucho el ruido de la puerta.   —mi niña, ¿cómo estás?

Es Charlotte.

—Ahora me hablas así. ¿Qué haces aquí?

—Es un día importante para ti, debo de estar a tu lado.

—Es sólo un día más, en donde no veré. Pero sólo que ahora no seguiré ilusionada con volver a ver.

Me asombro de mis palabras, son crudas y frías. Por que cada vez que pienso positivo algo me dice que no debo ilusionarme por que esto salió mal.