》El destino: Grant《

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GRANT♠

Observo mi reflejo en el espejo del baño de un hotel en el que me encuentro desde que deje a la familia Melart en una casa alquilada aquí en los Ángeles. He tenido que estar resolviendo la vida de Maverick para no sentirme miserable, pero vamos esa niña está más rota cada segundo que pasa. Por mi traición, por las mentiras, por Octavio, por su madre.

Por todo.

La entiendo, pero lo que no entiendo es la necesidad de verla, de tenerla. Ruego al cielo cada noche antes de dormir porque esto sea una pesadilla y amanezca con una vida que pueda vivir alado de ella, convivir como gente normal, sin este pesar que cargo a diario por que mate a mi padre.

Pero despierto igual de abrumado y cada día más amargado. Con el sentimiento de culpa floreciendo. Creciendo. Cometí un error y ese errorcito me llevo a muchos que finalmente son mi perdición, tal vez mi muerte. No lo sé.

Recorto mi barba hasta que queda decentemente, corta, formada y estética. Se ve bien. Me veo solo bien por fuera, pero por dentro soy negrura y tormenta.

He pasado por tantas cosas miserables que nada me sorprende, pero esto me está superando, el desamor me está matando.

Irónico, pero cierto.

¿Por qué?

Porque sé que la perdí y en el muy fondo porque esta es una repulsiva obsesión, me aferre en vengar a mi madre, en vengar a lo que destruyo mi papá en su tiempo. Me enfoque en esa niña como en un arma, su físico, su fuerza y la atracción que siento por ella desde hace años, solo puede ser el resultado de una obsesión. Me obsesione tanto en la venganza que descuide el arma más importante en este plano.

El amor.

El desamor.

Lo que una persona despechada puede hacer en estas circunstancias.

¿Yo la amo? No podría darte una respuesta.

¿Ella me ama? Sí, y eso es lo malo.

La traicione de mil maneras. La principal, ocultándole toda la verdad, no fui sincero, las mentiras son fuente de poder a una sola cosa que siempre acaba mal, si no hay sinceridad no hay unión, no hay sentimientos. De mi parte nunca hubo sinceridad.

Respeto.

Me acosté con su madre, su madre biológica. Que vil es eso, soy un asco de persona. En otras circunstancias quizá podría amarla, pero siempre la vi como un objetivo. ¿Ahora?

La admiro. Admiro la fuerza con la que está llevando esto, porque nadie me viene con el cuento de que está encerrada como magdalena, por Dios, esa no es Maverick Melart. Yo la conozco mejor que nadie. Seguramente está planeando cosas realmente inteligentes, cosas que me involucran y no para bien.

Rompieron su corazón pero lo sigue teniendo dentro y va a luchar con cada suspiro por repararlo e impedir que alguien lo saque de su cuerpo.

Así es ella.

Termino de arreglarme y salgo al hospital donde atienden al ahora en coma, Octavio Melart.

—¿Cómo se encuentra? —cuestiono a su Doctor.

El cuál esta pagado para que me informe todo por teléfono, en cuanto este desgraciado se despierte lo obligare a firmar el divorcio y claro, en lo que he estado trabajando.

Los bienes. El dinero.

Repartida para los tres hijos y una parte a su esposa. Es justo, después de eso el bastardo se quedará en la calle. Charlotte aún sigue con miedo e insiste en que no aceptará firmar nada, menos sin leer y mucho menos sabiendo que está en riesgo, que atentaron contra su vida. Que Grant Word está en su vida, porque el bastardo no es imbécil.

THE DESTINY | Terminada-Sin corregir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora