》Epílogo《

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Mañana del Viernes 14 de Agosto de 2020.

Maverick Melart.

Sí te amo.

¿Qué significa eso?

¿Qué tengo que hacer al respecto?

Esta encerrado, habrá un juicio, lo condenarán a no sé cuántos años. ¿Debería esperar? ¿Voy a verlo?

¿Puedo llorar más?

Yo creo que sí.

—¿Mav? Háblame, me preocupas.

Escucho su voz como si yo estuviera debajo del agua, lejana. Con eco.

El dolor punzante en mi cabeza se intensifica cuando trago saliva, cuando parpadeo, cuando hablo y finalmente cuando recuerdo todo lo que acaba de pasar.

—¡Mav! ¡Mav! —gritó Spen.

Me encontraba tirada en el suelo sujetando el pedazo de papel apunto del desmayo cuando ella me encontró. Al parecer Grant la contacto para que viniera por mí. Llamó tanto mi nombre pero yo no hallaba mi voz, no conseguía moverme, no sé cómo pudo montarme solita al auto. He balbuceado las palabras pero nada concreto sale de mí.

Estoy en estado de shock, entonces, mi mente puede maquinar todo lo malo en mi cabeza sin prestarle atención a lo bueno haciéndome sufrir, dejándome sin mi voz. Me siento extremadamente pesada y abrumada.

No me salen más lágrimas, me siento seca de la garganta.

Todo pasa por algo, soy muy paciente pero en este momento quiero gritar y aventar todo aunque no puedo si quiera moverme y respirar bien.

—De verdad, dime algo, Mav —me sacude desde uno de mis hombros.

La miro, su vista firme en la carretera pero su expresión arrugada en preocupación y desesperación, mi mirada se desliza a su agarre en el volante. Lo aprieta con manos temblorosas, mi pobre amiga tendrá un ataque si no hago algo. Por ella debo intentarlo.

—¿Q-qué paso? —musito con la voz pastosa.

Aclaro mi garganta y trago saliva. Spence se alivia al escuchar mi voz.

—Grant fue detenido —habla nerviosa —. No sé nada más. Me dijo que viniera a buscarte, no entiendo nada.

Claro que no entiende nada, yo no he hablado con nadie de esto. Eso también fue parte del trato.

Me reacomodo en el asiento recordando algo.

Saco de mi bolsillo el celular junto con la nota que dejó. Mi mente entra en estado de flashbacks de hace rato. Todo lo que me dijo, de su mamá, lo que me hace sentir eso, vuelven mis lágrimas también. Pero eso es bueno. Puedo empezar a pensar con claridad.

—Dime que eso no pasó —murmuro entre un sollozo.

Me aferro a sus pertenencias.

—Tienes que ser fuerte, amiga —estaciona el auto en una orilla. Me presta toda la atención —. Puedes hablarme, solucionaremos lo que pasé, lo prometo.

Acaricia mi brazo con cariño. Su sonrisa me tranquiliza un poco, me siento menos tensa, menos abrumada. Platico con lujo de detalle todo lo que planee y lo que al parecer el planeó. Lo que le ordene, con las cosas a detalle de la última noche que pasamos, la razón por la que vine aquí. Se queda atónita por mis palabras y aunque participe en un asesinato me abraza para consolarme. No me rechaza.

—Dejó esta nota junto con unos archivos en su teléfono, antes de que llegaras los vi todos, eso...es lo que me puso peor —se los tiendo para que los vea —. Quiere que guíe a su madre, Spen. ¿Cómo haré eso?

THE DESTINY | Terminada-Sin corregir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora