Contumaz

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Contumaz: Que se mantiene firme en su actitud, ideas o intenciones, a pesar de castigos, advertencias o consejos.

Escuché como la puerta se cerraba, pero estaba tan cómodo en la cama que me volví a dormir. Me desperté de nuevo al rato y miré a mi alrededor, no recordaba que había dormido en la habitación de Astrid. Acababa de darme cuenta de que si Nevra hubiese estado en su cuarto nos habría escuchado, estaría lo suficientemente molesto como para hablar con Miiko y convencerla de que me mande fuera del cuartel para que él pueda cumplir su misión, mi plan podría funcionar

Me levanté y abrí las cortinas, tiré sin querer un papel y cuando lo recogí vi que era una nota de Astrid

<<No se si ya te habrán despertado o tú te habrás levantado solo, en todo caso Karenn se pasará con Aketza para que le dé su comida, pero estaré entrenando ¿Podrías ser tan bueno de dárselo cuando llame? Sé que vas a decir que sí, la caja con las galletas está en mi escritorio en el primer cajón ¡Gracias!¡Te quiero Leif!>>

-Que chica- solté una carcajada, era un desastre. Busqué mi camiseta pero no la veía por ninguna parte. Llamaron a la puerta y me resigné a abrir sin camiseta, me intenté peinar un poco con la mano mientras abría, la vampiresa me miró sorprendida y dejó caer al familiar que llevaba en brazos-Si Astrid se entera que tratas así al gordo no te lo dejará más- sonreí con burla apoyado en el marco de la puerta, Karenn seguía con la boca abierta mirándome sorprendida-Supongo que vienes a por la comida de Aketza- me encogí de hombros con simpleza y fui a buscar la caja dónde me había escrito Astrid. Regresé a la puerta y la ojiverde aún no se había movido-Toma, y cuida mejor al bicho feo este-regresé a sacar de la cama al Alaón. Ya había vuelto en sí Karenn y entró en la habitación

-¿Qué haces aquí?- volví a sonreír burlonamente, Karenn era muy unida a su hermano y le contaba todo, seguro luego iría con el chisme-¿Has dormido aquí?- saqué del revuelto de sábanas al familiar y se lo dí, era más vago que su dueña, si le dejásemos en el suelo se volvería a la cama corriendo-¿Podrías ponerte la camiseta?-Señaló la camiseta que había buscado sin suerte hace un rato, estaba tirada abajo de la cama ¿Cómo había llegado hasta ahí?

-¿Podrías dejar de hacerme preguntas?-me puse la camiseta y le hice la cama a la pelinegra, Karenn no me quitaba el ojo de encima. Me miré en el pequeño espejo y me volví a intentar peinar con la mano pero no mejoró mucho, al menos no me quedaba tan mal el pelo así-Listo-me sonreí al espejo y cogí las llaves de la mesa. Eché prácticamente a la vampiresa del cuarto y cerré con llave. Tranquilamente me fui por el pasillo sin mirar atrás, si quería que Karenn se sintiese confusa tenía que hacer como si fuese algo natural

Entré a la cantina a desayunar, era mucho más tarde que de costumbre y había mucha gente, cogí una bandeja y Karuto tardó unos minutos hasta que me sirvió. Los jefes de guardia y Astrid estaban hablando, excepto Nevra que ni levantaba la mirada de su bandeja ignorandolos, solo tenía que seguir con mi idéa-Buenos días, gracias por no levantarme- La pelinegra se me quedó mirando fijamente unos segundos, le dí las llaves y empecé a desayunar

-¿Por eso no has dormido mucho pero no te importa?- Ezarel miraba pícaramente a Astrid y ésta poco después de su frase empezó a sonrojarse, aún con su piel morena se le notaba el rojo en las mejillas

-¿Por eso tenías tanta prisa por irte anoche?-dijo Nevra con voz ronca, iba a divertirme un rato

-No esperaba encontrarme con Leiftan

-Es verdad, llevaba unas cuantas noches sin pasarme por su habitación- abrió los ojos como platos y Ezarel empezó a reírse fuertemente, Valkion solo nos miraba.

-Leiftan no ayudas

-Te estaba dando la razón- Astrid empezaba a ponerse nerviosa con la situación pero necesitaba hacer estallar a su jefe y esta era la mejor opción, todos sabíamos lo sobreprotector que era Nevra con las chicas de su guardia

-¿Desde hace cuanto te tiras a mi recluta?- La pelinegra giró rápidamente la cabeza en su dirección asombrada por sus palabras

-¡Nevra!- cada vez había más miradas hacia nuestra mesa y todos éramos conscientes

-¿Estás celoso?

-Necesito aire-se levantó bruscamente de la silla casi tirándola y se fue medio corriendo de la cantina. La ví irse como todo el mundo ahí dentro. Me levanté para ir tras ella pero Nevra se levantó de golpe y me agarró del cuello de la camiseta

-Se ha ido por tu ataque de celos a mí no me vayas a culpar- poco a poco sus ojos de gris pasaban a negro

-Te aprovechas de ella, mucho de protegerla de mí y tú serás su perdición-dijo entre dientes apretando su agarre, yo solo podía mirarle divertido provocando aún más al vampiro- te daré un puñetazo por cada lágrima que derrame por tu culpa- me soltó y me acerqué a su oreja para contestarle

-Sería una pena que las derrame al saber que estas a su lado por una misión- me iba a volver a agarrar pero me separé antes-Ten cuidado con lo que haces

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora