Inteligible

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Inteligible: que puede ser comprendido o entendido

A la mañana siguiente salí de mi habitación seguida de mi familiar, al llegar al comedor y sentarme Miika no me pidió que mandase fuera de la casa a Bagheera, ciertamente ya no me hablaba.

Valeera se acercó recelosa a la mesa pero esperó a mi lado luego de servirme con una sonrisita-¿has desayunado?

-No señora, desayuno después de ustedes-rodé los ojos por ese trato tan cansino por lo formal que solía ser la chica y con un pie moví la silla a mi lado, era la de Castiel

-Siéntate y come- alcé la ceja desafiante cuando empezó a negar- Siéntate y desayuna conmigo- terminó cediendo y se sentó rápido, dividí el descomunal desayuno que prepararon las chicas y empecé con mi batido de chocolate-¿te gusta trabajar aquí? ¿Te gusta trabajar para mi?-cuestioné sin mirarle pinchando con el tenedor el tocino

-Sí señora- le miré de reojo un segundo y bebí un poco más de batido

-Dime la verdad

-Me he llevado algunos sustos-suspiró mirando a Bagheera, la enorme pantera bufó desde debajo del ventanal en el que se había tumbado-Pero sí que me gusta-dijo lo último vacilante

-Sí no te gusta mi familiar dímelo, saldré con él para que no estés incómoda

-¡No, no, no es eso!-exclamó nerviosa levantándose de la silla y gesticulando exageradamente con las manos-No me esperaba un Wächter mientras recogía el comedor, y menos que me gruñese cuando intenté alejarme

-Era salvaje, no como los del estúpido de Castiel-contesté estirándome en la silla sonriendo de lado- se fue hace unos días y volvió en la noche

-¿Ahora soy "el estúpido Castiel"?- Valeera dio un salto en la silla asustada y pálida se levantó, prácticamente corrió hasta la cocina a esconderse

-Sí-me levanté y Bagheera me siguió, el pelirrojo se puso en medio de mi camino y al intentar esquivarlo volvió a hacer lo mismo- Con permiso-dije sarcástica y lo intenté por tercera vez-Déjame salir

-Vamos al despacho- la situación definitivamente no estaba a mi favor, me agarró suavemente el brazo y relajó el semblante- por favor, vamos al despacho

Terminé cediendo rápidamente, que estuviese resentida no quitaba que seguía siendo mi debilidad. Al entrar al despacho se apoyó en su escritorio y yo me puse cómoda en el sofá. Sobre el escritorio seguía la botella de la otra vez y faltaba un poco- ¿Has bebido?-le pregunté escéptica, éramos de los que pensaban que era una estupidez, el alcohol embotaba los sentidos y era nuestra mejor baza de supervivencia allí

-Un vaso para probarlo-se encogió de hombros con una sonrisita inocente

-No soy nadie para recriminarte, no te justifiques- se puso recto al momento y se acercó unas cuantas zancadas

-Sí lo eres y lo seguiré haciendo mientras así sea. Te conozco Astrid-dijo lo último en un susurro- Odias hablar de las peleas, con el tiempo dejas de estar enfadada pero no soportas aclarar las cosas-asentí mirándole fijamente sin saber a dónde quería llegar a parar- No pienso esperar días a que te olvides de la pelea

-Bueno pues yo sí-para cuando me acerqué a la puerta ya me estaba impidiendo salir, Bagueera bufó a mis espaldas en advertencia- No quiero hacer esto-dije señalando con un gesto toda la habitación- Ya lo sabes, déjame un par de días y-me interrumpió súbitamente frunciendo el ceño

-No- tragó saliva forzosamente en el momento que miró a Bagheera a un metro y acercándose- no te voy a pedir que saques a tu familiar de aquí pero vamos a hablar

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora