Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-Editando

Prólogo

Lo más importante para Astrid eran tres cosas: sus mejores amigos, su familia, y sus mascotas. Había sido así desde que tenía memoria, y por esa razón nunca se había planteado que ninguno de sus pocos e irreemplazables tesoros pudiese faltar en algún momento de su vida, pero así fue, y la visión del mundo de esta chica cambió de golpe.

Por aquel entonces todavía no imaginaba todo lo que le faltaba por vivir y aprender, por disfrutar del momento y quienes te rodean...no, claro que no, nunca mintió la frase de no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos... o en el mejor de los casos, no lo suficiente.

La chica de 17 años salió corriendo de su casa hacia el frondoso bosque que había a unos metros de su jardín, no se le ocurrió ver la vista atrás. Corría entre los árboles esquivando sus ramas y las piedras del camino, su único pensamiento era correr, alejarse lo máximo posible por un tiempo. 

Quizá seáis de los que nunca escucharon algo relacionado con la facultad que tiene nuestra mente para sobrellevar el dolor, sinceramente lo descubrí en un libro hace no mucho, pero explica la situación perfectamente. Este dice que el pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, y cada uno cruza la adecuada según sus necesidades, está la puerta del sueño, la del olvido, la locura, y por último la puerta de la muerte. Puede parecer que no se está refugiando tras ninguna puerta al correr a cobijarse en el bosque donde vivió tantas aventuras en su infancia, ¿Pero y si nos fijamos? tal vez se refugie en el olvido, algunas heridas son demasiado grandes y profundas como para cerrarse con el sueño, el tiempo no cura todas las heridas, unas pocas se esconden en el olvido. O tal vez esté buscando refugiarse tras la locura, desconectar de la realidad que causa dolor, y para huir de ese dolor la mente tiene que abandonar la realidad, el mundo exterior lleno de preocupaciones y obligaciones, y resguardarse en la demencia aunque sea por un periodo corto de tiempo. La mente es capaz de cosas milagrosas, solo necesita tiempo, y precisamente eso se le acababa a esta chica.

¿Pero cómo empezó esta situación?