Poltrón

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Poltrón: flojo, perezoso, holgazán...

Había conseguido después del paseo por el CG evitar hacerle caso a mi jefe. Sencillamente se cansó de discutir antes que yo, era demasiado temprano para él y yo estaba demasiado nerviosa como para no darle guerra.

-Queda media hora para el desayuno-le avisé al vampiro que dormía en mi cama, sí, se la apropió después de la pelea y estaba dormitando desde hace unas horas. No me importó, él si quería descansar y yo solo iba a estar dando vueltas y revolviendo las sábanas.

Me levanté del escalón de la ventana en la que me había sentado hace menos de un minuto, Nevra no quería que saliese al refugio por lo de la última vez que fui sola, y el pelinegro se iba cayendo del sueño aunque no lo quisiera reconocer por orgullo, así que me la pasaba dando vueltas por el cuarto.

-Todavía tengo cuatro horas y media hasta que nos vayamos-respondió con la voz amortiguada por taparse la cabeza con una de las almohadas de mi cama-llevo escuchándote dar vueltas cuarenta minutos- se quejó mientras yo me sentaba en la mesa para empezar a calzarme las botas

-Eres peor que un niño- me quejé quitándole la almohada de un tirón de las manos y le dí de vuelta en la cara para que se levantara. Después de soltar un quejido y pasarse la mano por la cara, se sentó y me miró fijamente por unos segundos- Tengo hambre no me mires así- añadí frunciendo el ceño, en breve mi estómago empezaría a gruñir y odiaba eso

-Pues vete tú sola a desayunar...y aprovecha para despedirte de tus amigos de la obsidiana, Karenn y quien sea-dijo lo último cuando estaba llegando a la puerta con una gran sonrisa-ya iré a desayunar...en un rato-susurró y escuché cómo se volvía a tumbar en mi cama antes de que cerrase la puerta. Dí una fugaz mirada dentro de mi cuarto y salí despreocupada, estaba demasiado ilusionada por mi misión como para preocuparme por cualquier cosa insignificante.

La cantina como de costumbre seguía vacía a esta hora, pero Karuto ya no necesitaba ayuda para cocinar así que cuando me vió entrar dejó uno de los platos sobre la barra. Cómo no había nadie no se quejó cuando me senté para comer allí

-¿Hoy te ibas de misión no?-asentí mientras me metía un trozo de tortita en la boca-¿Con el vampirito?-casi me ahogué con el café cuando le escuché decirle así a Nevra por la risa

-Sí Karuto, con el vampirito

-¿Qué pasa con mi hermano?-preguntaron a mi lado, del susto llevé una mano al pecho y casi derramo el café, el cocinero jefe me miró reprobatoriamente por eso igual que a la persona a mi lado

-Ni se te ocurra volver a hacerme eso-puntualicé soltando un suspiro

-Vale vale ahora contadme-puso su típica sonrisa inmensa con la que enseñaba sus pequeños colmillos-¿de qué hablabais?

Karuto sacó otro de los platos de debajo de la barra y se lo puso delante a la vampiresa, se cruzó de brazos y se apoyó en la barra. Se hacía el desentendido limpiando con una blanco trapo de hilo la brillante superficie. Hasta me veía reflejada en la madera, y con ese pensamiento mirando mi reflejo me tuve que quedar ensimismada demasiado tiempo porque mi amiga empezó a zarandear un poco mi hombro-¿Uhm...Q_qué pasa? -centré la mirada en mis dos amigos que me miraban con el ceño fruncido-Lo siento estaba

-Pensando en mi hermanito-canturreó Karenn interrumpiéndome

-No pesada-bufé y volví a cortar otro trozo de tortita con el tenedor y pincharlo-¿Qué pasaba?-reiteré para luego saborear mi delicioso desayuno todavía mirándoles

-Te preguntaba que porqué llevas la camiseta de mi hermano- me volví a atragantar pero con mi saliva y me dí unos pocos golpes en el pecho para poder respirar con normalidad, cuando lo conseguí poco después, con los ojos rojos llorosos de haberme casi ahogado me fijé en mi ropa bajando la mirada-Vosotros...-El calor de mis mejillas era abrasador y aunque era morena se percibía claramente

-¡Claro que no Karenn!-brincó del susto en el taburete por mi respuesta pero luego regresó a su faceta habitual

-¿Todavía sigue en tu cama?- Karuto estaba realmente entretenido con nuestra charla, tanto que siquiera seguía disimulando, este hombre sin duda pertenecía al CG y su panda de cotillas

Contesté de mala gana la verdad apartando la mirada de ellos y jugando con la poca comida que quedaba en mi plato-Sí...y tengo que ir a despedirme de Ewe

-Oh no, tu te quedas aquí-añadió agarrando mi brazo para no dejarme escapar. Solo alcancé a rodar los ojos antes de que me volviese a sentar a la fuerza

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora