Camama

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Camama: Engaño o burla

No sabía por cuánto tiempo llevaba cautiva, no poseía ventana en el húmedo y horrible cuarto en el que me encerraban. Ninguna forma de controlar el paso del tiempo. Lo único que comprendí desde que me había despertado es que solo hizo falta una semana para que perdiese totalmente mis horarios de sueño y así no podría contar cuantos días me tenían cautiva.

Mi vientre había crecido notablemente y eso quería decir que llevaba demasiado encerrada. Cada cierto tiempo que no se cual es entraban con una muda de ropa pero la última me quedaba demasiado incómoda y regresaron con una camiseta de hombre que si me estaba cómoda.

Mis secuestradores me trataban algo mejor pero eso no quitaba que estaba cautiva y que ellos querían información, cosa que no podía dar

-Cariño, cuánto ha crecido desde la última vez- comentó Travis al entrar a la habitación, era el castaño callado del primer día

-Travis esto es inútil-confesé sentándome en el colchón a duras penas, el hombre me ayudó un poco y suspiré agotada. No me hacía falta un espejo para saber lo demacrada que estaba-Si supiese algo os lo habría dicho hace tiempo-jadeé cuando lo ví sentarse enfrente mía

-¿Te encuentras mal?-preguntó poniendo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja

-Como siempre-volví a jadear cuando sentí una patada y se me saltaron las lágrimas-está demasiado inquieto- dije quitando suavemente los brazos de Travis que me habían agarrado para que no me callese. Sabía que me trataban así para convencerme de que ellos eran los buenos, de que les confesara todo lo que sabía. Pero pobres ilusos, habían capturado al último eslabón de la cadena

-Vamos a dar un paseo-tragó duro y ví como su nuez se movía, algo no iba bien definitivamente-Ven, te ayudo-cedí rápido, no me serviría de nada ir en su contra, era mejor ser su muñeca de trapo y me evitaba las palizas o lo que se les ocurriese. No es que no me hubiesen golpeado, que algunas veces sí, pero sólo en los primeros días, ahora se habían resignado a que no les podía confesar lo que necesitaban y sólo era una carga a la que mantenían por lástima o entretenimiento. Cada vez que Travis o Henry se aburrían entraban a mi cuarto a hablar conmigo, a veces me sacaban a pasear por los pasillos un ratito hasta que no podía más

Me guió hasta la sala del primer día y allí estaban Henry y el que nunca me dijo su nombre pelinegro-Lo siento-susurró Henry y me ató a la barra como la primera vez-por todo-añadió y con un brillo triste en la mirada igual que Travis se alejaron.

Estuve unos minutos debatiendo porqué no me habían matado todavía, estaba claro que a eso se referían ¿a qué sino?

Se escuchó un golpe sordo en la puerta y levanté la cabeza, había dos hombres que conocía de vista, por los paseos, que arrastraban a otro con una capucha y lo sentaron en una silla donde le ataron los pies y las manos-Ya la has encontrado, felicidades eres el ganador-Travis decía eso mientras le arrancaba de un tirón la capucha de la cabeza, y le reconocí, era Nevra

Parpadeó unos segundos acostumbrándose a la luz, no había ventanas aquí tampoco y todo se iluminaba con esferas luminosas. Me las había enseñado Travis, la cogía en la mano, decía un hechizo de activación y la esfera se elevaba hasta que encontrase un obstáculo e iluminaba como una lámpara. Me había dicho que dependía el color, la luz que emitiese, y la duración de los materiales y su calidad, así que no me servía de nada contarlas para saber el paso del tiempo tampoco

El vampiro miró mal a Travis y los otros cuatro en la habitación, pero deparó de pronto en mi presencia y comenzó a forcejear para liberarse

Había regresado a por mí, a por nosotros, y eso me alegró aunque paró súbitamente, a él le habían apresado también

-Tú decides vampiro, la chica o el silencio-pegó al respaldo de la silla a Nevra de un empujón y jadeé. Esta era la verdadera faceta de los que me secuestraron- Si te callas pegamos a tu chica, si hablas seguirá intacta, ella y el niño claro-jadeé una segunda vez por sus condiciones, yo solo les servía para que mi jefe hablase. Por suerte no me había dejado a mi misma cogerles cariño

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora