Inconmensurable

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Inconmensurable: enorme, que no puede medirse

Keroshane, el chico unicornio, se encargó de hacerme el test de guardias. Al poco tiempo me pidió que le llamase simplemente "Kero" y es que le estaba poniendo nervioso al empezar cada pregunta con su nombre completo sencillamente por la gracia que me hacía pronunciarlo.

Tardamos tanto en las primeras preguntas que resultaba casi ridículo pero claro que tenía que explicarme todo como si fuera un niño pequeño. Incluso logré acabar con su paciencia por lo que al final terminé respondiendo al azar. Incluso si eran "preguntas y respuestas tipo" al no conocer nada era imposible que supiese de qué me hablaba. Suspiró poniendo una pequeña sonrisita y se fue al que supuse era su escritorio-Solo tardaré un par de minutos en poder decir tu resultado y preparar los documentos. Nevra te explicará lo esencial en cuanto al Cuartel General.

Observé cómo unas enormes pilas de libros lo aislaban del resto de la sala y decidida a descubrir un poco más salí de la sala para hablar con el jefe de Guardia- Kero me ha dicho que tardará poco en prepararlo todo, y que mientras me explicarías las cosas importantes del cuartel- comenté apoyándome en la barandilla que daba al piso de abajo. Era tan surrealista que viese frente a mí a todas las criaturas que pertenecían a los cuentos de mi infancia. Los elfos eran más bellos de lo que imaginé, pasó lo que supuse era un hombre lobo corriendo con algo entre manos y dos chicas persiguiéndole. Era capaz de escuchar la risa del chico y los quejidos de ellas

Tenía tanta curiosidad por descubrir cuánto de lo que sabía era real y si Eldarya quitando el conflicto inicial sería un mundo idílico o tan corriente como la Tierra-¿Te gusta lo que ves?- cuestionó apoyándose a mi lado con una sonrisa de orgullo

Asentí sin despegar la vista de ese impresionante conjunto de especies-¿Eso qué es?- pregunté señalando a una pequeña criatura que seguía a un chico con orejas y cola de felino

-Un familiar, son nuestras mascotas

-¿Cómo consigo uno?- dije casi con un grito de desesperación. Era como un unicornio paticorto y muy gordito, y mi nueva necesidad además

Soltó una carcajada y se pasó la lengua por los labios antes de responder- Para conseguir uno primero necesitarás Maaná, y otro familiar. No se dejan atrapar de primeras por nosotros. Algunos son asustadizos, otros agresivos... varía dependiendo de la especie y el individuo. De todas formas- me miró de reojo; con un tono de voz que denotaba conocimiento, dijo- tendrás que trabajar para conseguir Maaná, pronto tendrás una mascota propia

-¿Y cómo voy a ganar dinero trabajando en la Guardia?

-Hay muchas formas-respondió Nevra, al tiempo que hacía como que contaba con los dedos dijo- Están las misiones diarias en el corcho. Con coger la que quieras y notificar a Kero o Ykhar es suficiente para que te la den, luego con el resguardo de haberla completado ellos o el solicitante te recompensará, depende del encargo- soltó un bostezo antes de continuar-luego está tu paga mensual por pertenecer a una de las Guardias, depende de tu rango lo que se te atribuya. Luego vienen las pagas especiales, cuando sales a una misión importante en el exterior la recibes a tu vuelta. Desde que sales empieza a acumularse junto a tu paga mensual por lo que suelen pedirlas quienes ahorran para algo importante.

Sopesé la información y sacudí la cabeza cuando noté que me despistaba del tema-¿Entonces solo hay esas formas?

Negó a los pocos segundos frunciendo el ceño, como si intentara recordar lo que faltaba- Hay un mercado aquí en el cuartel, antes de llegar al Refugio. Puedes negociar allí con los vendedores. Hay reclutas que hacen cosas y las venden, somos diestros para la artesanía por nuestra preparación. O comercian con lo que encuentran en misiones o de exploración, incluso lo que les traen sus familiares. Hay muchas más formas de conseguir Maaná de la que crees- se notó que iba a seguir hablando pero interrumpió nuestra conversación la puerta de la biblioteca abriéndose

-Siento interrumpir pero ya tengo el resultado. Aquí está el documento que certifica su predisposición a la Guardia Sombra, ya sabes qué debes hacer con esto Nevra- se lo tendió a él directamente- Bienvenida a la Guardia de Eel, Astrid- sonrió colocándose sus gafas bien y me resultó adorable

Nos despedimos rápidamente, no tuve de otra que seguir al vampiro sin saber a dónde se dirigía. Subimos las escaleras a la Sala del Cristal y toda mi atención pasó de Miiko casi sepultada en papeles a unos cachorros que jugaban por toda la sala corriendo y saltando. Cuando se acercaron un poco aprecié el brillo en algunas partes de su piel, parecía que tenían fragmentos del enorme cristal en ellos que relucían de forma maravillosa-Pertenece a la Sombra- le informó quién sería mi jefe a la pelinegra que bufó

Hizo un gesto de desdén; casi con menosprecio dijo-¿Por qué no me extraña?- rodé los ojos de espalda a ellos por si acaso- Leiftan ya solucionó el tema de su habitación. Llévala a la 19- levantó su mano con una llave que mi jefe agarró al instante

Nevra asintió lentamente; una mezcla de sorpresa y astucia se arrastró por su rostro, como una serpiente que saliera de entre las sombras-¿La que está al lado de la mía?

-Te compadezco, aunque no te aprecio te puedo cambiar de habitación si te desespera- respondió haciendo un gesto con la mano como quién espanta una mosca- ahora marchaos, todos tenemos trabajo que hacer

Rápido como si mi vida dependiera de ello, que muy probablemente lo hacía obedecí, pero sin atreverme a levantar la cabeza. Ya fuera el vampiro puso una sonrisa de suficiencia-Estaremos cerca, si alguna noche te aburres mi puerta estará abierta para ti- ofreció mostrando su lado casanova

Reprimí la risa y finjí con muchísimo descaro que le repasaba la cabeza a los pies- me gusta tu oferta- susurré con una sonrisa de lado

Él frunció el entrecejo y guardó silencio antes de que me flaqueara la expresión y tuviera que soltar las carcajadas a las que se unió- Nos llevaremos bien tú y yo, sobretodo si sabes seguirme el juego. Esta es tu habitación, abre tú- ofreció poniéndo la llave en mi mano en un gesto exageradamente caballeroso

Cogí aire por unos segundos planteándome si eso era lo que quería. Si tanto anhelaba encontrar mi lugar en algún sitio como para intentarlo. Si deseaba pasar página de esta forma o debería buscar el modo de volver, pero allí no me quedaba nada excepto mi mejor amigo. Él comprendería que necesitaba alejarme para sanar

Asentí para infundirme valor a mí misma y giré la llave para abrir la puerta. Era una habitación preciosa.

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora