Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-Editando

Imbuir

Imbuir: Hacer que una persona pase a tener determinado sentimiento, idéa u otra cosa inmaterial.

Miraba desde el suelo horrorizada a mi jefe, había empezado a temblar sin poder controlarlo-Astrid¿Qué te pasa?- se agachó e intentó tocarme pero me alejé rápido, de pronto unos fuertes brazos me levantaron, reconocí al instante a leiftan y me abracé a él buscando refugio

-¿Qué le has hecho?

-Sabes perfectamente que nunca le haría nada- se podía notar la tensión entre los dos y se empezaban a escuchar los murmullos a nuestro alrededor

-Ya te había avisado-me llevó hasta Nate y me montó en el familiar, en cuestión de segundos estábamos lejos del grupo en dirección al cuartel, nos bajamos en el gran cerezo y Leiftan me llevó hasta mi habitación, agradecía el silencio, me dejaba desconectar. El rubio me extendió la mano pidiendo las llaves y se las dí distraída, abrió la puerta y me cogió para tumbarme delicadamente en la cama, cerró la puerta y se acercó a mí, se agachó al lado de la cama quedando mi altura frente a mí con una pequeña sonrisa triste-¿Que ha pasado?

-Ne_Nevra es...S_Son u_u_unos-se me hizo un nudo en la garganta que no me dejaba hablar, pensaba que había tenido suerte y solo aparecí en uno de los peores sitios de Eldarya

-¿De qué estás hablando pequeña?No te entiendo

-El especialista silenciador... son asesinos Leif-se me escapó una lágrima que el rubio limpió delicadamente- Mis padres, ellos...

-¿Qué ocurre? Seguro volveras con ellos pronto- negué y se me escaparon aún más lágrimas

-Les mataron unos días antes de que llegase aquí, fue mi hermano el asesino-se me terminó de quebrar la voz en ese momento y un mar de pequeñas gotas recorrían mis mejillas sin control, hasta ese momento había dejado de lado esos pensamientos pero en ese instante me aplastaron. Leiftan se tumbó a mi lado y me abrazó permitiéndome llorar en su pecho

-No te van a hacer nada pequeña-sus suaves caricias lograron relajarme, estaba tan agotada que me dormí sin darme cuenta

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Su respiración se volvió lenta y pausada, monótona. Le di un beso en la frente y me separé, jamás habría esperado que tuviésemos eso en común, esa chica tan alegre pero con carácter había pasado por cosas horribles. Me fui silenciosamente de su habitación, tenía que volver a hablar con Miiko sobre Nevra. Entré en la sala del cristal y la kitsune estaba con unos papeles mientras sus familiares corrían por toda la sala-Tu vampirito la ha cagado- me miró fijamente mientras me acercaba-Ha conseguido que Astrid le tenga miedo a la Guardia

-¿Qué le da miedo?¿Cortarse en el dedito al usar la daga?¿O a mancharse de barro?

-A estar rodeada de asesinos- la pelinegra empezó a ponerse roja de la furia y de su báculo salió una imponente llama azúl-Eso le ha dado a entender tu elegido hace unas horas

-Nevra no puede haber hecho eso

-Le habló del silenciador. Al final el que pensaste que sería el idóneo terminó siendo inútil, no va a querer acercarse a nadie de este lugar

-No es lo mejor decir que entrenamos a un silenciador pero no tendría que haber hecho ese drama

-La chica está traumatizada Miiko, mataron a sus padres días antes de llegar aquí

-¿Y tú le crees?Solo querría darte pena-Aguanté el impulso de dar un golpe en la mesa y me tranquilicé respirando hondo

-Nos vamos a ir del CG

-No vas a ir al Templo fenghuang con esa chica, Huang Hua no se enterará de nada de esto hasta que lo solucione

-Me niego a dejarle aquí sola- sonrió ampliamente y se acercó a mí

-Eso se soluciona rápido. Leiftan a partir de ahora se cancelan todos tus viajes fuera del cuartel, en el caso que salgas de las murallas tendrás dos horas para regresar, si no has vuelto para entonces me veré obligada a destituirte.

-¿Me quitarás mi cargo por salir del cuartel?

-No, te lo quitaré por no seguir mis normas. No creo que te merezca la pena perderlo todo por una mocosa

-¿Y si aún así la elijo a ella?

-Si escapáis del CG mandaré a Finn detrás vuestra, dudo que quieras poner en peligro a la muchachita- me dejó de piedra esa declaración, sabía que la muerte de Lance le había cambiado pero no imaginé que tanto. Me acababa de atar al cuartel, no podría arriesgarme a sacarla de aquí sabiendo que la kitsune mandaría al silenciador tras nuestros pasos.