Lascivia

49 5 1
                                    

Lascivia: Deseo excesivo, apetito de una cosa

-¡Estoy harta de competir con esa zorra!-Sentencié cuando Castiel apareció en la escalera y observaba la situación. No me importaba que tantos nos prestaran atención, así quedaría claro a más gente.

Bajó las escaleras y miró serio a la chica que continuaba gritando en el suelo y que todos ignoraban-Nunca habéis competido-aclaró esta vez mirándome a los ojos- ¿No ves que siempre has sido tú mi perdición?- Tragué saliva nerviosa, ya no me hacía tanta gracia que hubiese tanta gente atentos a nosotros

-¡Tú eres la zorra!-alcancé a escuchar pero Castiel se adelantó

-Cállate-le rugió y hasta a mí me dio miedo

Me acerqué lentamente evaluando si un tobillo posiblemente roto le frenaría de otro inútil intento de agresión o no- No te quiero más en la casa- Por suerte sabía aparentar que había recuperado la compostura rápidamente sino seguiría temblando- Atrévete a tocar lo que es mío y te juro que desearas que Bagheera te despedace

Entré a la casa dejando atrás ese panorama. La otra empleada me miraba algo recelosa, acababa de despedir a su amiga. 

Al ver que no iba a sacar nada bueno me adentré al pasillo de habitaciones y entré a la mía. Casi se hacía de noche y cerré la ventana mi familiar no volvería por el momento-¿Puedo entrar?

Reí ante la interrogativa del pelirrojo-Es tu casa-contesté acercándome-Tendrías que haberlo arreglado hace tiempo, sabes que opino de las perras dependientes

-Lo siento- se disculpó en un susurro y me dio un beso que no me dejó profundizar y gruñí algo molesta por ese gesto- celosa de una perra- borré la pequeña sonrisa que tenía y endurecí la expresión, no me hacía gracia ese comentario

Tenía una emoción extraña que intentaba ocultar pero se lo notaba, no sabía cómo pero la captaba, le conocía demasiado- Esa perra no es capaz ni de gruñirme-contesté mirándole fijamente a los ojos- Eres mío y ella no lo cambiará- Agarré su camiseta y le obligué a agacharse un poco para besarle, pretendía dejárselo claro de una vez por todas- Quítate la camiseta- le ordené sacándome la mía y observándole, me dejaba tener el control y empezaba a gustarme eso

Ataqué sus labios y enrollé las piernas en su cadera. Había calentado la comida y ahora se la comería

Típica vida de una faery-Fanfic Eldarya-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora