*Despues de 4 años ~*
Aunque pase mucho tiempo en mi país natal, siempre estuve al pendiente de las noticias en Japón, al igual que de vez en cuando me contactaba con Saotome-san el cual me tenia al tanto de la situación de las cartas.
Al llegar aquel aeropuerto en donde me despedí temporalmente de mi nuevo hogar, vi como mi madre movía un cartel con mi nombre muy emocionada.
-Mi amor, ¡tu piel! Se ve preciosa.-Dijo ella mientras me observaba cada parte de mi moreno cuerpo.
-No pude evitarlo, el clima en México es extremadamente caliente.- Dije mientras miraba como mi blanca piel había regresado de cierta forma a mi tono natural.
-No te preocupes, no es nada que unas buenas mascarillas y jabones no puedan blanquear.-Al escuchar lo serio de su voz no pude evitar reirme nerviosamente.
Era bueno regresar al lugar donde me abrió sus puertas para poder reconocerlo como mi hogar. Camine junto a mi madre hacia el estacionamiento.
Justo cuando creí que mi regreso seria tranquilo, me vi rodeada de un sin fin de periodistas que como una gran avalancha me hicieron separarme de mi madre.
-Disculpen...-Notando como un corpulento cuerpo se interponía entre los periodistas y yo, y sin evitar sonreír al reconocer aquel anaranjado cabello, este me saco de aquel grupo y me ayudo a regresar con mi madre.
-¡Hyuga-san! -Abrazándome tiernamente, no pude evitar aferrarme por unos segundos a el, estaba agradecida de regresar.
-Todos te están esperando.-Dijo este mientras me tomaba del brazo. Mi madre solo nos miro con una sonrisa.- Aunque hay alguien que no pudo esperar por verte.
Justo cuando abrió la puerta del auto, Ringo-san salto encima mio. Sorprendida note que no llevaba su peluca y vestía con ropa de hombre.
-Aoi-chan, te ves preciosa.-Dijo este mirandome directamente a los ojos. Al no estar acostumbrada a oírlo cuando no lleva su representativa apariencia femenina, no pude evitar sonrojarme.
-Muchas gracias, Ringo-san.-Conteste desviando la mirada. Mi madre se acerco.
-Llevare tus cosas a casa, te esperare para la cena.-Dijo ella mientras se despedia de Ringo y Hyuga.-Llamare a Ryu para que nos cuentes como te fue, y tendremos una constructiva noche de chicas.-Al escuchar esto ultimo, un ligero escalofrió recorrió mi cuerpo, ya estaba planeando blanquear mi morena piel.
Esperamos que mi madre se fuera para tomar rumbo hacia el curso maestro, ya que según Ringo-san, ahí seria el punto reunión. Ya que cada grupo había iniciado plenamente su trabajo de una manera profesional por lo tanto, ya cada grupo decidió vivir por separado.
-Ya quiero ver a los chicos.-Dije mientras miraba ansiosa la ventana. Era cierto que no nos había despedido como debería, pero tenia que irme lo mas pronto posible.
Despues de avisarle mi situación a Saotome-san, me sorprendio ver como mi celular se comenzo a llenar de mensajes y llamadas de cada uno de los idols, tanto como Quartet Night y Starish, como Heavens...no le conteste a ninguno. Motivada, solo subí una foto de despedida en todas mis redes sociales; como resultado, muchos de mis fans, preocupados y con culpabilidad, se disculparon por su comportamiento y rogaron que les explicara el motivo de mi despedida, pero no lo hice.
Al adentrarnos a los dormitorios del curso Maestro, estaba dispuesta a hablar primero con Saotome-san, pero justo cuando a penas estaba por pisar el suelo sentí como mi cuerpo comenzo a flotar.
-¡Aoi! -Natsuki ya me había atrapado y comenzo a girar conmigo en sus brazos.- Te ves como un hada. Tu piel brilla como las alas de un hada.- Podía notar como su mirada curiosa solo miraba mi piel morena.
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My little Girl (Uta no prince-sama Fanfic)
Fanfic"-Si deseas algo lucha por ello..." Una terrible noticia llega a la agencia Saotome, dejando deprimidos a dos de sus grandes grupos. Milikan Aoi, una chica ocurrente, risueña y con una alegre personalidad llega a la agencia con un solo objet...