Día 2 Alfil negro a E6

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"Arde y rompe, recorre mis venas como un veneno de dulce sabor al que no me puedo resistir. La venganza es y siempre será, mi mayor error y mi más grande debilidad" A.B. Remeny


<<Fang MengChen levantó el arco y disparó una nueva flecha. El hueco en su pecho en absoluto satisfecho pese a escuchar y ver el dolor en el rostro de Wei Wuxian.

Furioso, levantó su arco de nuevo.

Esta vez, dispararía a su mano, quizá destrozar la mano que empuñó a Chenqing le daría la paz que tanto buscaba>>

Final del ShouShi (1-3 a.m.)

La noche, un manto interminable de oscuridad y silencio, que observaba con ojos ausentes y labios silenciosos, y que ocultaba en sus profundidades, la crueldad que distorsionaba los rasgos de cierto erudito.

Entre calles de la ciudad, un enorme almacén era usado por los comerciantes de toda la zona para guardar la mercancía comprada en Yulan. Tan grande que casi abarcaba una sección completa de la calle, su interior estaba tapizado con bultos, sacos y demás contenedores llenos mercancía esperando a ser transportada.

En el reducido espacio que quedaba, tres personas se encontraban en una repetitiva discusión, uno de ellos atado a la gruesa viga de metal, mientras las otras dos deambulaba cada tanto.

La silueta más pequeña cambió su peso de un pie al otro, agotada después de una noche llena de actividad y de este interminable interrogatorio.

--- ¡Será mejor que me dejen ir, ustedes basuras insignificantes!

Los gritos y demás insultos continuaron, pero con el edificio colindando con un descuidado baldío lleno de carruajes vacíos y una vieja fragua* que solo era usada en ocasiones para reparar alguna herramienta; nadie afuera de este lugar los escuchó. Con el final del invierno y el festival a solo dos días de distancia, ningún comerciante vendría al almacén a horas tan tardías.

--- Lo dejaremos ir cuando responda --- repitió Xiang Li, pero el hombre solo volvió a insultarlos.

Fang MengChen, en un gesto lleno de desprecio, escupió a los pies del joven amo.

Apretando lo labios, la sirviente alternó la mirada entre el joven amo y su actual cautivo.

Cuando Xue Liang vio la cantidad de oro que el amo dio a Fai Joon por la ubicación de este hombre, creyó que era excesivo; ahora que lo habían encontrado y lidiado con su obstinación, sabía que fue demasiado dinero que el joven amo había gastado para encontrarlo.

Fang MengChen era uno de los jardineros de la corte de Song Lan, uno que era absurdamente adinerado si se consideraba la refinada tela que cubría su cuerpo. Había sido una sorpresa descubrir que tal hombre había pasado desapercibido a su vigilancia y que jamás habría reparado en él, si no fuera por la situación actual.

Era un hombre ordinario que no parecía consciente del aura oscura y peligrosa del joven amo.

--- No crean que su actitud misteriosa me intimida, ¡ustedes no son más que cobardes!, díganle a quien los mandó que no dejaré esto así...

El joven amo golpeó el estómago de Fang MengChen, cortando así la interminable letanía de insultos.

Habían seguido esta rutina por las últimas dos horas, con ella haciendo las preguntas y el joven amo encargándose de contener e intentar forzar alguna respuesta del envejecido hombre.

Pero era inútil.

--- ¿Conoce a la joven Hong BaiHe? --- preguntó Xue Liang de nuevo mientras miraba al joven amo ahora de pie detrás de MengChen, preguntándose si esto continuaría. Se sentía abrumada de la agresividad de su amo, pero como su sirviente, no podía dar la espalda a sus órdenes--- Es quien le contrató, ¿no es así?

Renacimiento del loto blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora