X Trampa despiadada

3.1K 455 208
                                    


"Observar tus ojos, encontrar tu mirada en mí, será siempre mi mayor desgracia, la peor decisión que habré tomado en mi vida... pero mi más grande arrepentimiento, será, aún desear mirarte de nuevo durante cada amanecer"

A. B. Rémeny


Tres días antes de la visita imperial.

--- ¿Quizá debería limpiarme?

Alejado de mundo, en una cabaña en medio del campo, el arquero Yao miró la tierra en sus uñas y en su ropa. Acostado con pereza en un catre mohoso, se rasco el oído con la punta de su dedo meñique.

Todavía escuchaba muy bien.

--- Creo que será la siguiente semana.

Llevaba encerrado en este pueblo abandonado desde que su "amo" le había contratado, pero comenzaba a aburrirse.

¡¿De qué le servía tener un saco lleno de piezas de plata si no podía gastarlo?!

Estaba pensando en escabullirse esa misma noche para encontrar algo de diversión en alguna aldea cercana, cuando un torrente de agua helada lo cubrió de pies a cabeza.

--- ¡¿Pero qué carajo?!

Tosiendo para sacar el agua que había entrado en su boca, estaba a punto de correr como un idiota asustado, cuando lo vio. Su amo, ahora cubierto por ropa en telas blancas con bordes negros y azules, lo miraba de pie a unos pasos de él, el balde de madera que sostenía, aun goteando restos de agua.

--- De nada sirve que te ocultes de la vista si tu olor te delata.

Reprimiendo los temblores en su cuerpo cuando las frías corrientes de aire se colaron por los innumerables agujeros en el techo de paja, Yao se inclinó un poco y habló a través de sus dientes castañeantes.

--- B-buen ammm-mo.

Su amo no desperdició tiempo en saludos o en excusar sus acciones, arrojando el balde vacío a una esquina, habló.

--- ¿Sabes quién es Shao JiangCheng de la ciudad de Yunmeng?

Yao miró sorprendido a la persona frente a él.

¡Por supuesto que sabía quién era! Pero, pensó con cuidado, si su amo no sabía que habían sido contratados por el chico, justo antes que él...

Pensando que podría llevar a cabo lo que sea que su amo necesitara a otra persona, para luego hacer pasar a la desafortunada víctima como el mocoso Shao, Yao estaba a punto de asentir con la cabeza cuando el filo de la espada corta de su amo apuntó a su ojo derecho, tan cerca que bizqueó un poco.

--- Si te atreves a mentir o engañarme, cortaré tus manos, un dedo a la vez.

Yao se estremeció mientras observaba esos ojos cubiertos por la delgada tela que distorsionaba sus rasgos, creyendo cada palabra de lo que había dicho.

Él no era una persona físicamente fuerte, así que rehuía del enfrentamiento físico siempre que podía. Ah, pero su habilidad con el arco era bien conocida y valorada en el bajo mundo, no había mejor arquero que él.

Trago saliva mientras el filo se movía en dirección a sus puños apretados contra su vientre.

¿Qué podía hacer un arquero sin sus manos? ¡Sería su muerte si no podía hacer uso de la única habilidad que tenía!

--- J-j-j-jamás en-engañaría al amo.

--- Bien.

Con un movimiento de su muñeca, su amo le arrojó un trozo de pergamino. Yao vio el retrato, hecho con increíble detalle, del pequeño mocoso para el que habían estado trabajando por orden de Hao QiangTse. Gracias a su aguda vista dada su profesión, Yao reconocería esos rasgos donde fuera, la oscuridad de aquellos bosques no había representado ninguna dificultad para ver a su anterior amo.

Renacimiento del loto blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora