XXXI Un largo camino por delante pt. 2

450 54 24
                                    

Advertencia: Van a ser capítulos difíciles de digerir.



"La oscuridad, con su cruel y decadente serpenteo, se ha vuelto mi sustento, mi alimento, mi aliento... y mi voz."

A. B. Remeny


Cuatro días después. Mitad del  Xu Shi (7:00 - 9:00 p. m.). Posada "Primavera".

--- Mierda.

Gruñendo, Jiang Cheng se frotó los ojos con gestos secos y exasperados, el cansancio todavía haciendo que picaran como si tuviera arena en ellos.

--- Joven amo --- uno de sus sirvientes le saludó cuando dobló la esquina, otros tres resguardaban la habitación desde distintos puntos y distancias, asegurando que nadie se acercara a su sobrino mientras él no estuviera cerca. --- El general Nie le espera abajo, dijo que tenía que hablar con usted, pero no ha querido dar más detalles.

--- Que nadie los vea vigilar. --repitió, justo como hacía cada que debía alejarse de A-Ling.

No le apetecía ser cuestionado por la habilidad marcial de sus sirvientes o por el incremento en el número de estos. 

Una vez era su límite para dar explicaciones.

--- Sí, joven amo.

Con un suspiro, cambió la dirección de sus pasos hacia la escalera de madera al fondo, evitando cruzar palabra con la mujer que guiaba a dos niños, o la pareja de ancianos que le sonrieron cuando pasó. Solo por mencionar a algunos de los huéspedes que también se alojaban en las habitaciones de la planta alta y que por alguna razón creían que debían conversar con él cada que cruzaban caminos.

Algo que le molestaba, pero era un mal necesario que debía sobrellevar.

Debido al mal clima para cosechar o vender artesanías, esta casa de campo funcionaba como posada provisional durante algunos meses para seguir obteniendo ingresos. Gracias al granero a poca distancia de la casa y a los establos grandes y en buen estado, era una de las estancias más populares para los viajeros con familias o doncellas que buscaban un lugar respetable y seguro para hospedarse por uno o dos días.

Ellos habían llegado a media tarde, optando por descansar hasta mañana al mediodía para evitar agotar a los caballos, y esperar a los guardias que venían desde el imperio Song para ayudar a custodiar al ministro. Cortesía de Nie Huaisang, quien de alguna manera que Jiang Cheng no quería meditar, se había enterado de lo ocurrido y "prestado un poco de apoyo a un aliado", según la carta que le envió directamente.

Así que no se va a involucrar, pero tampoco alejará su maldita nariz de mis asuntos.

Saber que su hijo menor estaba a merced de Jiang Cheng no parecía ser preocupar al anterior líder Nie y eso solo lo ponía en guardia. No quería ni pensar en qué estaría tramando, pero investigar un poco llegando al imperio Song sonaba como una idea prudente. En especial desde que solo seguía sorprendiéndolo de manera non grata cuanto más pasaban los años.

Por ahora, pasó del área del comedor llena de gente charlando con platos en diferentes estados de consumo, hasta la siguiente sala, donde varios asientos largos y una chimenea, de momento apagada, hacían de sala de descanso y reunión para los huéspedes.

Debido a la hora tardía, el lugar estaba casi vacío en su totalidad, exceptuando por dos soldados que bebían algo que no pudo identificar y un grupo de comerciantes que trataban de obtener una sonrisa de la tímida joven que limpiaba los estantes.

Renacimiento del loto blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora