UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°10

                     "Tengo el derecho"
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Jeon Jungkook

Me miraba directamente a los ojos, así mismo como yo la miraba a ella, sentía que sí no me respondía ahora iba a caer en una desesperación, necesitaba sacarme todo esto de encima, tenía que hablar con ella a toda costa, pero al no tener una respuesta por parte de ella me estaba poniendo los pelos de punta.

—So Yeon por favor, prometo ser breve —volví a insistir una vez más—

La verdad no importaban las veces que le insistiera, no me cansaría de eso, lo único que quiero es poder hablar con ella de una forma tranquila, aún que no sé qué tan tranquilo puede ser todo esto.

Ella asintió con sus cabeza lentamente, lo que me dio más esperanza he hizo que el alma se me devolviera al cuerpo.

—Muchas gracias, de verdad muchas gracias.

—No me lo agradezcas, ¿será corto verdad? —dijo seca y sin esperar nada pasó por mi lado y se sentó en uno de los sofás de la sala— bien ¿de qué quieres hablar?

Me demostró unos ojos intensos, como si estuviera a la defensiva, como si su personalidad hubiera cambiado de un momento para otro, de pronto mis nervios se comenzaban a apoderar de mi, mi corazón se comenzó a acelerar, a dar fuertes y muy rápidos laditos, mis manos y mis dedos comenzaron a temblar, carrapee mi garganta para afirmar mi voz y que ocurriera que no se quebrara al momento de hablar.

—Yo —fue lo primero que intenté decir, pero antes de seguir me senté en un sitial frente a ella— quería hablar de lo que sucedió anoche.

—Jungkook el que te hayas enfermado no fue tu culpa, a cualquiera le pasa.

—No es precisamente de eso de lo que quiero hablar.

Instui claramente de que ella sabía perfectamente de a lo que yo quería llegar, pero simplemente fingió haciendose la desentendida.
Le había prometido ser preciso y yo no quería seguir con más rodeos, sólo quería que esta situación se aclarara de una vez.

—Quiero que hablemos de Young Mi.

Al menciona el nombre de mi hija, el rostro So Yeon se había tornado bastante serio trasmitiendome un poco más de miedo, y sus ojos reflejaban un ardor como si quizieran estrangular mi cuello. Al parecer ella no pensó que no recordaba todo lo que sucedió anoche debido a cómo me comporte y ni tampoco que sería tan directo.

—¿Sabes? , no tengo suficiente tiempo para estar escuchando este tipo de cosas porque no sé de que estas hablando —se levantó de el sofá y comenzó caminar, pero fui más rápido y me interpuse en su camino para evitar que se fuera—

—De nuestras hija So Yeon, es de eso que estoy hablando —Tomé su antebrazo—

—¿¡Pero que estupidez es esa!? Yo no tengo una hija ni menos contigo.

—¿Enserio la negarás?

—Eso a ti no te incumbe.

—Claro que si So Yeon, ¿hasta cuando seguiremos fingiendo dime? ¡hasta cuando!