UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°14

                         "Él estuvo aquí"
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Kim So-Yeon

El doctor me dio una sonrisa, una sincera y muy dulce sonrisa. Podía ver que era un chico joven, quizás unos cuantos años más mayor que yo, tenía su cabello de color negro, al igual que sus ojos que combinaban a la perfección con una tez pálida, llevaba consigo una bata blanca hasta la rodilla y unos papeles en sus manos.

—Y yo soy Kim So Yeon —dije una vez que había analizado por completo al chico que tenía en frente—

—Yo junto a el doctor Jung estamos trabajando en el caso médico de su pequeña —me habló de una forma amable para después mirar el otro chico que se encontraba atrás de mi—

—Buenas noches soy el doctor Jung Ho Seok —una vez que éste habló giré en su dirección—

—Buenas noches —hice una pequeña reverencia con mi cabeza—

En realidad este chico se me hacia un poco conocido, pero no lograba reconocerlo del todo ¡vamos So Yeon, hace memoria!

—¿Como se encuentra mi hija? —miré  a cada uno de los doctores con preocupación—

—Bueno la paciente en estos momentos se encuentra en una situación estable —habló el pelirrojo— estuvieron a tiempo de traerla aquí, debido a que sus pulmones no están oxigenando del todo.

—¿Pero que es lo que tiene ella? —dije volteando a ver a Young quien se encontraba plácidamente dormida en la camilla—

—Aún no sabemos del todo —habló el otro médico— estamos realizando exámenes, para eso necesitamos que mantenga la calma y espere a le entreguemos los análisis.

—¿Y eso tardará mucho? —mordí mi labio con desesperación—

—En media hora más le aseguro que ya estarán los resultado —habló este mismo con paciencia y tranquilidad—

—Puede quedarse tranquila, Young Mi esta en buenas manos —sonrió el pelirrojo—

—Una pregunta más —lo miré a lo que el asintió— ¿puede que ella tenga algo grave?

—Eso aún no lo sabemos, por eso tenemos que esperar los resultados de los exámenes.

—De acuerdo —Bajé la mirada hasta el suelo pensando en nada más que en el bien estar de mi pequeña—

—Puede quedarse aquí —el doctor Kim puso si mano en mi hombro dándome tranquilidad— sería muy bueno para la pequeña.

—¿No hay problema en eso? —pregunté—

—Para nada, solo le pedimos que solo ingrese una persona a la vez si alguien más desea verla, sería peligroso para la niña exponerse a más personas en la situación en que se encuentra.

—El doctor Kim tiene razón —anunció mientras se quitaba sus guantes de látex— bien nosotros nos retiramos.

—De acuerdo, muchas gracias —hice una reverencia para ambos—

—No vemos en un rato, estaré viniendo para ver como sigue Young Mi —asentí al pelinegro—

Ambos dieron una amable sonrisa y dieron media vuelta para salir.