UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°13

                      "Está en el hospital"
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Kim So-Yeon

Habían pasado dos semanas de que había vuelto de Tokio, dos semanas donde había sucedido lo de Jungkook y donde semanas en que no lo había vuelto a ver.
Algo dentro de mi sentía que estaba preocupada por él, no en absoluto pero no podía negar que si me surgía la duda de porqué no estaba viniendo al trabajo ¿A caso era por mi? ¿Me quería evitar?
Aunque suene feo me alegra que no haya venido todos estos días porque el pensar que estaría encerrada un una oficina con él, completamente solos me daba un temor y me hacia dar escalofríos.

En estos momentos me encontraba sentada en mi escritorio frente a la pantalla de la computadora, haciendo un par de gráficas con todos lo presupuestos que necitariamos para el nuevo proyecto que haríamos con lo inversionistas de Japón.

—Deberíamos salir esta tarde ¿no crees? —sonrió—

—Tu no me tienes piedad Park Jimin —rió a carcajadas una vez que me escuchó—

—¿Por qué no? Vamos So Yeon, hace tiempo que no salimos juntos.

—Ya sabes que no puedo salir por las noches —tomé una botella de agua y la lleve directo a mi boca— ¿quién cuidará de Young?

—Pues fácil, tus padres o Jin —arqueo su boca hacia abajo levantando y dejando caer sus hombros—

—No puedo aprovecharme de la disposición de mis padres o de mi hermano, solo para salir a cenar con mi amigo.

—Me duele ¿sabes? —puso sus manos sobre su pecho haciendo una mueca— ¿osea que tu mejor amigo no ocupa un lugar en tu corazón?

—No seas dramático ¿quieres? es sólo que mi familia ya a hecho tanto por mi que es penoso volver a pedirles un favor.

—So Yeon, sabes que a Jin le encanta cuidar y pasar tiempo con Young. Vamos, solo será una hora y media lo prometo, vamos a un restaurante, comemos y te llevo a casa —hizo un leve puchero— eso es todo.

—¡Agh! —reí después de su gesto, Jimin siempre hacia pucheros cuando quería conseguir algo a cambio— esta bien, tu ganas.

—¡Fantástico! —exclamó— ¿paso por ti a las 21:00 p.m?

—Desde luego, estaré en casa de mis padres para dejar ahí a Young.

—Como digas, entonces no vemos más tarde —se levantó de la silla con una sonrisa— ahora tengo que seguir con mi trabajo.

—Te veo luego —Asentí, para después él saliera de mi oficina—

Seguí haciendo lo que anteriormente tenía en la computadora hasta que llego la hora de irme.

Tomé mis pertenencias y luego un taxi para que me llevase hasta el jardín infantil de mi pequeña.

—¿Tuviste un buen día cariño? —me puse en cuclillas para ayudarle a poner su mochila con forma de oso en su espalda—

—Si Omma, adivina que —hizo una risilla para luego abalanzarse en mis brazos— hoy pintamos con acuarelas y te pinté a ti.

—¿Enserio? —la cargue en mis brazos— ¿Y te quedó bonito? —comencé a caminar con ella en mis brazos para salir del jardín—