UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°29

"Hoy es el día"
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So Yeon, mantén la calma, mantén la calma, mantén la calma.

En realidad sentía que una vena de mi frente iba a explotar en cualquier momento, mi pulso se estaba comenzando a acelerar cada vez más cuando veía la hora de mi celular y por si fuera poco había comenzado a sudar como si hubiera corrido una maratón.

Hoy era el día en que Jungkook, Young y yo no encontraríamos en un parque los tres juntos por primera vez.

Estaba muy nerviosa por como resultarían las cosas, no sabía cómo iba reaccionar Jungkook al ver a Young, y no sabía cómo iba a reaccionar Young al ver a Jungkook.

Bueno... En realidad si me podía imaginar la reacción de Young después de lo que había pasado la noche anterior.

|Flashback|

—Young Mi, cariño.... Tu appa quiere conocerte.

Young inclinó su cabeza hacia a un lado dándome a entender que no estaba entendiendo, claro, es una niña pequeña, obviamente reaccionaria así ante una situación como esta.

Ella nunca había escuchado de él, así que entiendo que se asuste un poco.

—Young, bebé.... Sé que esto es algo muy nuevo para ti, además de que tu eres muy pequeñita para comprender todo.

Ella me miraba con sus ojitos muy atenta.

—¿Appa? —pronunció—

—Si, mi amor.... Él está muy ansioso por conocerte —acaricié sus mejillas—

—¿Mi appa está aquí? —Asentí—

—Él está aquí —los ojos de Young brillaron al instante, y poco a poco fue sonriendo—

—¿Entonces yo también tengo un appa como mi amiga Ha Neul?

—Si, mi amor, tu también tienes un appa, como Ha Neul —la abracé y ella enrrollo sus brazos en mi cuello—

—Omma, estoy muy feliz —gritó en mi oído con una gran sonrisa—

—Yo también cariño —besé su mejilla—

—¿Omma, pero mi Appa donde estaba? —me miraba—

—Él.... Él estaba fuera de Seúl porque tenía trabajo en otra ciudad —dije sin pensarlo—

—¿Entonces por eso nunca me había venido a ver y por eso no vive con nosotras?

—Si cariño —tomé sus mejilla entre mis manos—

—Estoy muy feliz Omma —chillo sonriente y con unos brillitos en sus ojitos—

—¿Quieres conocerlo verdad?

—¡Si! —gritó emocionada—

Young se levantó de mi regazo y comenzó a dar brincos nuevamente sobre la cama con una gran sonrisa.

—Entonces te gustará la sorpresa que tengo para ti —le sonreí—

—¿Sopresas? Amo las sorpresas, pero dime, dime que ya quiero saber.

—Si te digo ya no será una sorpresa Young —reí—

—No importa Omma, quiero saber —decía aún saltando sobre el colchón de la cama—

Realmente no me sorprendía su reacción, cualquier niño se pondría contento y impaciente en una circunstancia así.

—Aún no bebé —reí—