N°44

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"Lo intentaré"
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Kim So-Yeon

—Me duele —dije— en serio me duele.

—Ay por favor So Yeon, ni tu hija de cinco años se queja tanto como tu lo estás haciendo ahora —reclamó Jimin—

—Dime por qué tanta prisa y dejaré de quejarme.

—Te lo diré otra vez —afirmó— entre más avances más pronto llegarás y sabrás el porqué de todo esto.

—¡Yah! Odio que no me digas las cosas.

—Y yo odio que comiences a preguntar y a preguntar cuando sabes que no te diré absolutamente nada —me siguió empujando—

—Eres un... ¡Ah! —me quejé cuando este apretó mi brazo— me terminaras de reventar el maldito brazo Park.

—Sin ofensas para tu mejor amigo, muñeca.

—¿Muñeca? ¿Desde cuando me llamas así? —recalque—

—Desde ahora... Pero pensándolo bien —dijo pensativo— ya no lo volveré hacer, o eso puede molestar a mi jefe —rió—

—¿Que? —volteé a verlo, pero luego Jimin me empujó hacia la puerta de mi oficina haciéndome chocar contra ella—

—Lo siento —rió—

—¿Auch? —eleve una ceja con el entrecejo fruncido— que delicado andas hoy Jimin —dije con una ironía de por medio—

—Lo sé, es la emoción —rió— anda abre la puerta —me alentó moviendo sus pequeñas manos—

Jimin tenía una sonrisa muy sospechosa en su rostro, muy sospechosa para decir verdad, por lo que me hacía tener una cierta desconfianza, nada bueno sale cuando Jimin tiene esa maldita sonrisa grabada en sus labios, lo había comprobado hace un par de años.

—Que tramas Park —achique mi par de ojos—

—No seas lenta mujer, abre la puerta ya, antes de que yo lo haga por ti.

—Tienes una bomba allí adentro ¿verdad? ¿Me quieres matar?

—¿Que? —rió— si hubiera querido matarte, creeme que ya lo hubiese hecho hace mucho tiempo.

Lo miré ofendida, haciendo que él riera aún más fuerte.

—¿Que? —alzó sus manos en defensa— tu me lo preguntaste. Soy capaz de soportar todos tus berrinches, por tu culpa me comenzarán a salir arrugas niña.

—Esas son consecuencias de ser mi mejor amigo —le guiñe un ojo—

—Si, si, si, como digas. Ahora abre la puerta.

Puse mi mano en la manilla de la puerta y volteé a verlo nuevamente.

—¿Seguro que no hay una bomba allí adentro? Estás muy extraño ¿sabes? Oye, no puedo morir tengo una niña a quien cuidar.

—¡So Yeon! —exclamó mi amigo—

—Ok, ok, ya voy.

Giré la manilla de la puerta ocasionando que esta se abriera. Me quedé completamente en blanco cuando vi un enorme arreglo floral sobre mi escritorio, era muy delicado y fino, tenía rosas con colores pasteles tales y como me gustaban.

—Hey, no te veo sonreír ¿No dirás nada? —dijo Jimin a mi lado—

—¿Que es esto? —volteé a verlo— ¿desde cuando me regalas flores Jimin?

UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦  || JEON JUNGKOOK ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora