UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°40

"No es una advertencia"
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Kim So-Yeon

"Me amenaza con quitarte la custodia de Young"

No podía pensar en otras palabras que no fuesen las de Jungkook. Nunca en la vida me había sentido tan atemorizada como lo estaba experimentado ahora. Una especie de miedo y vigor, comenzaban a emergir  a través de mis poros de la piel y unas ganas inmensas de llorar se comenzaban a anunciar en el interior de mi garganta.

Por unos largos segundos había sentido como el oxígeno había dejado de llegar a mis pulmones haciendo que tastabillara un poco, por lo que Jungkook tomó uno de mis brazos y con cuidado me guió hasta un sofá para que me sentará.

No podía ser eso cierto ¿verdad? No podía imaginarme una vida sin Young, mi Young Mi, no podía estar lejos de ella, le prometí que nunca la dejaría sola y que nadie me separaria de su camino.

Young Mi es lo más importante para mí, y nunca me cansaría de decirlo, ella siempre es y será mi prioridad ante todas las cosas. Es mi pequeñita, la que se ha encargado de traerle mucho más que felicidad a mi vida.

A ninguna madre le gustaría estar lejos de su tesoro más preciado como lo es un hijo, aunque algunas veces hay excepciones, pero ese no es mi caso. Si alguien me quitase a mi hija de mi lado sería capaz de hacer de todo con tal de tenerla conmigo nuevamente.

—So Yeon, lo siento tanto —dijo Jungkook— en serio lo siento —murmuró—

—Pero...

—Perdóname. Esto no es nada más que mi culpa.

—¿Estas seguro de que esas son sus intenciones? —Inhale ondo—

—Mi padre me advirtió sobre esto —dijo de malas ganas—

—¿Por qué? ¿Por qué? —repetí con uan desesperación absoluta—

Jungkook se puso en cuclillas en frente de mi y tomó una de mis manos para dales leves caricias con su pulgar tratando de brindarme un poco de tranquilidad.

—¿Por qué me quiere quitar a Young? ¿Por qué me quiere ver lejos de ella?

—Es porque me quiere hacer pagar por lo que hice, y por su estúpida forma de pensar —dijo él—

—No podemos dejarlo así —dije agobiada— debe haber una forma para que cambie de opinión.

—Lo sé So Yeon, lo sé —con más fuerza tomó mi mano y la apretó un poco— tengo que hablar con mi padre, pero no ahora.

—¿Que? No. —negué repetidas veces con la cabeza— tienes que hablar con él lo antes posible.

—Aún no So Yeon —intento calmarme— mi padre está con la idea fresca en su cabeza, con que nos tenemos que casar y si no es así pedirá la custodia de Young.

—¿Pero y si es demasiado tarde?

No pude aguantar el incómodo dolor en mi garganta, y cuando menos me lo esperaba mis lágrimas ya habían comenzado a esparcirse por mis mejillas y mis sollozos empezaban a hacerse audibles.

—Jungkook, no quiero —dije— no quiero que me alejen de Young.

Jungkook automáticamente soltó mis manos y me abrazo, fue un abrazo estático, done ninguno de los dos se movía.