UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦ || JEON JUNGKOOK ||

N°43

"Es una lastima"
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Jeon Jungkook

|Flashback|

Desperté totalmente desorientado, no sabía dónde me encontraba y un fuerte dolor en la zona de mi cuello no tardó en hacerse presente.

—Ah —me quejé—Joder esto si duele —llevé ambas manos a mi cuello—

Cuando por fin fui aclarando mi vista, me dí cuenta que estaba en la habitación de Young; todo mi cuerpo se encontraba encogido, tal y como me había recostado anoche en su pequeña cama.

Mis piernas estaban a la altura de mi pecho y mi cabeza se encontraba doblada había abajo dándole una muy mala posición a mi cuello.

—Mierda —me intenté estirar sobre el colchón—

—Mi Omma dice que esa es una mala palabra.

Me sobresalte hasta el punto de apoyar mi espalda sobre el respaldo de la cama rápidamente para ver que era lo que estaba pasando.

Cuendo desperté no me había dado cuenta que la puerta de la habitación se encontraba abierta, por lo que vi a Young apoyada en el marco de esta con sus bracitos cruzados y su entrecejo fruncido, parecía bastante molesta.

—Hola princesita —le sonreí—

—Hola —dijo corriendo hacia mi para luego subirse a la cama—

—¿Y esa carita? —se abalanzó sobre mi pecho y se aferró a mi como un verdadero koala—

—No me gusta que digas esa palabra —estiró sus labios hacia delante frunciendo aún más su ceño— mi Omma dice que solo los que dicen, eso son malas personas.

—Ella tiene razón, lo siento bebé, no diré nunca a más esa palabra, ¿me disculpas? —hice un puchero—

—Mmh, esta bien —dijo pensativa posando su dedo índice en su barbilla—

—Linda —le di un beso en la frente—

—Ah, no —dijo después—

—¿Por qué no? —ladee mi cabeza—

—Antes debes prometerme que no la dirás otra vez —dijo— ¿Me lo prometes? —me enseñó su dedito pequeño—

—Lo prometo —le guiñe un ojo y uní nuestros dedos para llevar a cabo nuestras promesa—

Young me sonrió y enganchó sus brazos en mi cuello, acaricié su cabello y luego le dejé otro pequeño beso en su frente.

—Appa —me dijo—

—¿Si?

—¿El señor espinas fue quien te despertó?

—¿El qué? —reí provocando qué ella nuevamente frunciera su ceño. Bien al parecer alguien no había despertado de muy buen humor—

—El señor espinas, Appa —repitió—

—¿Quién es el señor espinas?

—Aay Appa —rodeó sus ojos haciéndome reir aún más— él es el señor espinas.

Young señaló con un dedo, el pequeño erizo de felpa, que se encontraba junto a la lámpara sobre la mesita de noche.

—Aah, este —me estiré para alcanzarlo y lo agite de lado a lado una vez que lo tenía en mis manos— hola señor espinas —le dije al peluche— ¿entonces tu fuiste quien me despertó? Eres muy malo sabes, yo quería seguir durmiendo.