N°58

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"Tengo buenos gustos"
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Jeon Jung-Kook

Terminé de firmar el último papeleo que tenía sobre mi escritorio y se lo entregué a Nam Joon para que los archivara en una carpeta en su lugar de trabajo.

Salí de mi oficina con el estómago vacío, no había comido absolutamente nada por la mañana de tan ocupado que me tenían unos contratos que debía atender con urgencia.

Por lo mismo mi cuerpo ya se había comenzado a sentir un poco débil y me pedía con exigencia que le diera algo de comer.

Di tres suaves golpes en la puerta de So Yeon una vez que había llegado a su oficina, planeaba invitarla a la cafetería para que fuéramos por algo de comida, espere a que me dejara pasar y entre.

So Yeon se encontraba frente a su computadora, estaba trabajando en compañía de Jimin quien seguramente le estaría contando algún chisme del día de hoy.

—Hola —saludé.

—Ay ¿Quién se murió que traes ese rostro? —me dijo Jimin.

—Nadie ¿por qué? ¿Qué tengo? —cerré la puerta detrás de mí y me acerqué un poco más a ellos.

—Por poco te confundo con el color pálido de la pared —dijo divertido.

—No seas así Jimin —le dijo So Yeon.

So Yeon se levantó de la silla de su escritorio y vino hacia mí, tomó mi rostro entre sus manos y me analizó con la mirada.

Por mí parte puse mis manos en su cintura, bajé mis labios hasta los suyos y la besé haciendo que ella correspondiera en el mismo instante.

—Estás pálido —me dijo— adivinaré, no has comido ¿verdad?

—¿Qué comes que adivinas? —le sonreí provocando que ella rodeara sus ojos.

—Jungkook no soy tu madre para recordarte todo el tiempo que debes comer —me dijo con su ceño fruncido.

—Ya lo sé —volví a besarla— pero he tenido mucho trabajo.

—¿Y eso que? —apretó mis mejillas haciendo que soltara un leve quejido.

—Que los papeleos no se hacen solos linda, alguien tiene que firmarlos y no puedo hacer como si no estuvieran en frente de mi —dije.

—Pero tu bien estar está primero Jungkook —me regaño.

—Lo tendré en cuenta, pero trabajo es trabajo —dije.

—¿Y como trabajarás si te enfermas? —alzó una ceja.

—Por el momento estoy de maravilla, así que no hay de que preocuparse —sonreí.

—¡Agh! Hombres —suspiró.

—Linda no te enojes —hice un medio puchero— no te enojes —repetí.

Besé su frente, luego la punta de su nariz y luego dejé dos besitos en sus mejillas.

—Dime que no estás enojada ¿si? —le dije para luego acabar besando sus labios.

—Claro que estoy enojada —dijo —no cuidas de tu salud, pareciera que en vez de tener un hijo tengo dos.

—No te enojes conmigo y no me regañes —la volví a besar.

UN NUEVO COMIENZO ¦ SOMOS PADRES¦  || JEON JUNGKOOK ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora