Mis muelas chocaron las unas contra las otras cuando le vi salir, y mi aro de cuero rojizo vibró con fuerza, casi gruñéndole.
De entre la umbría que perfilaban los árboles, apareció la sombra, ataviado con su inconfundible casaca negra y esa capucha que le ocultaba la mitad del rostro. Avanzó con paso tranquilo y seguro, sosteniendo todavía su látigo negro para que Alina no pudiera moverse, y se plantó delante de nosotros.
Mi espalda estaba pegada a Zhanna y a Keiler mientras mis bronquios sacaban el aire con agitación y temor. No me sujetaban, porque tampoco hacía falta, mi huída era imposible. Envolví a Anthony con más vehemencia, rezando para que Jacob hubiera escuchado mi grito y viniera a salvarnos, aunque mi pulsera temblequeaba en mi muñeca, dispuesta a todo. Ésta había estado a punto de erigir su barrera cuando Alina había intentado atacarnos, pero la voz de la sombra provocó que no actuara, ya que no le había hecho falta hacerlo. Aún así, mi aro de cuero volvió a reaccionar y nos envolvió con su burbuja enseguida, impeliendo un poco a los dos vampiros que nos acosaban hacia atrás, pegándoles un calambrazo que no fue a más porque ambos se alejaron a tiempo.
―¡La pulsera ha erigido su barrera! ―desveló Zhanna, apartándose algo más, aunque permaneció cerca de nosotros.
―¡Pulsera endemoniada! ―bufó Keiler, siseando.
Me pregunté por qué la sombra había detenido a Alina. Me hubiera sentido algo más aliviada por eso si no fuera porque me temía que las intenciones del vampiro eran exactamente las mismas que las de su compañera: la venganza. Y mis temores se ratificaron al instante.
―¡Déjame matarla! ―le rugió ésta a la sombra, mostrándole la dentadura con rabia, al tiempo que se revolvía furiosamente para intentar deshacerse del látigo que la incordiaba.
―Mujer obstinada ―masculló él, enfadado, dirigiéndose a Alina―. Te dije que yo mismo quería encargarme de ella. Ya te lo advertí, ¿es que quieres que esa pulsera te desintegre, como hizo con Natasha?
Escuché cómo Zhanna machacaba las muelas a mis espaldas, aunque a Alina ese recordatorio no pareció importarle demasiado. Sus ganas de matarme iban por otro lado.
―¡Yo también quiero mi venganza! ―chilló la vampira, rabiada, intentando abalanzarse sobre mí―. ¡Ella es la causa de que Razvan esté muerto!
―¡¿Acaso osas desobedecerme?! ―bramó la sombra, tirando de su látigo.
Alina fue arrancada del suelo y el chorro negro la lanzó con brusquedad y violencia en la dirección opuesta, haciendo que su espalda se estampase contra una enorme roca. La piedra llena de musgo no soportó el estallido de su columna vertebral y se partió a la mitad, del potente impacto. Los trozos de piedras tocaron el suelo a la vez que la vampira.
¡Nessie, ¿dónde estáis?! ¡¿Qué está pasando?!, me preguntó de pronto Jake, hablando con urgencia.
Sus ojos comenzaron a mostrarme el camino que inició por el bosque al acabar de transformarse. Lo hacía con apremio y vivacidad. Mi grito por teléfono había servido para darle la voz de alarma, eso había hecho que él saliese en nuestra busca. Mi respiración se agitó más, pero esta vez con esperanza, y tuve que controlarme para que no se me notase.
¡Es la sombra y los sirvientes de Razvan!, le revelé al tiempo que Alina se incorporaba para ponerse en pie. ¡Están aquí, quieren vengarse!
¡Malditos chupasangres!, protestó Paul.
Ahora la manada también podía escucharme, y podía notar cómo todos los lobos que estaban de turno prestaban suma atención, ya echando a correr para buscarnos a Anthony y a mí.
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JACOB Y NESSIE NUEVA ERA II (Comienzo 2° parte)
FanfictionEste libro está registrado en Save Creative para evitar posibles plagios. Todos los derechos están reservados a Tamara Gutiérrez Pardo, la mala utilización de los mismos por parte de otras personas podría ser objeto de sanción y/o delito. No. Reg...