NUNCA LASTIMES A QUIÉN DESPUÉS NO PUEDAS MATAR

CAPÍTULO 3

DAVID

Mientras estaba ordenando mis cosas en mi nuevo escritorio veo a esa molesta chica acercándose a mi...

- ¡hey! David, creo que hemos empezado con el pie izquierdo, perdón por esa presentación tan mala que hice- la verdad es que si que fue mala- , pero mi intención no era alejarte, de verdad, lo siento- que tonta, aunque no dijera nada me iba a alejar.

- ah, no pasa nada, si no te molesta voy a volver a trabajar...- realmente no tengo ganas de hablar con ella.

Pero por un momento vi por el rabillo del ojo a su cara dudar de si hablar o no.

-hey, ¿que quieres decir?, estas con esa cara desde que viniste a hablarme- en ese momento veo que se decidió a decírmelo.

-David, se sobre tu maldición- ¿¡QUÉ, CÓMO LO SABES!?- Se que se te hará raro, pero mi hermana mayor también la sufre, y es realmente feo tener que vivir alejada de ella... Pero, si tu quieres podemos buscar juntos una solución...- no se que pensar, no soy idiota, quizás miente, pero ¿Cómo sabria acerca de la maldición si no conociera a alguien que la padesca?¿Cómo sabe que yo la tengo?

-primero, ¿cómo sabías que tengo la maldición?- esta chica es realmente rara.

- porque mi hermana está obsesionada con saber quiénes contraen la maldición, y hay gente igual que también busca una respuesta y publican que la tienen. Bueno, se ve que alguien puso tu caso...-

Estaba esperando que continuara pero se quedó mirandome; si está mintiendo, miente demasiado bien.

-de acuerdo, pero no te me acerques mucho, no me quiero encariñar contigo, solo somos compañeros ¿Entendiste?- no la quiero poner en riesgo, pero quizás ella pueda ayudarme.

-¡de acuerdo compañero!, ¿Te parece si nos vemos a la salida del trabajo?- está demasiado energética para tener que buscar algo sobrenatural que mata personas.

-claro, hasta luego Nancy- y di vuelta mi silla giratoria para, ahora sí, comenzar a trabajar.