CAPÍTULO 33

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DAVID

Una vez que me fui de la habitación de Nancy me tiré en mi cama.

No me lo creo...

¿Cómo pude reaccionar de esa manera?

¿Realmente soy así?

Tenía un millón de preguntas que daban vueltas por mi cabeza y no podía dormir.

Después de estar dos horas intentando consentrarme en mi respiración para descansar de esos pensamientos me dormí por el cansancio.

*Ring, ring*

Apagué el despertador y me dirigí a la cocina la cual estaba vacía.

Me agarré una taza y me puse cereal con leche para desayunar.

Cuando terminé me di cuenta de que no había saludado a Bautista, así que fui a saludarlo.

-buen día Bauti - dije mientras entraba en la habitación.

No hubo respuesta.

-hey, despierta dormilón - dije mientras me dirigía a la cama la cual tenía a Bautista tapado por completo. - Bautista - y levanté la sábana...

Él no estaba allí.

Además de ver almohadas pude ver una nota, decía:

"David, para cuando encuentres está nota ya me habré ido, NO le muestres esto a Nancy, ella es peligrosa.

Buscaré la forma de ayudarte con la maldición desde la lejanía, no te preocupes por mi, le robé a Nancy el dinero suficiente como para vivir cómodamente unos varios meses.

Averigua lo que trama hermano, confío en que encontrarás la verdad.

Espero que nos volvamos a ver,

Bautista Lewis. "

Él... ¿Escapó?

¿Que no le diga a Nancy?

¿Que puede sobrevivir?

Que... Encuentre la verdad...

Él no debe estar muy lejos...

Agarré las llaves del auto de Nancy y corrí hacia este para arrancarlo a toda velocidad.

Nancy se despertaría en algunas horas, seguro vuelvo antes de que despierte.

Sin importarme a dónde me dirigía manejé por las calles de Buenos Aires; quizás se haya ido en Uder, o en taxi...

Recorrí todo Capital Federal y nada...

Después de manejar durante una hora pensando en donde podría estar conecté.

La casa de la tía...

Automáticamente me desvíe de la ruta principal ya que esa desviación fue la que me dio la idea.

Estuve manejando por el camino rural aproximadamente una hora y media.

Hasta que llegué al pequeño hogar de mi tía.

Una vez bajé toqué la puerta de entrada.

*Toc, toc, toc*

En ese momento no podía apreciar mis alrededores; esos árboles con mi misma edad, o las casas reconfortantes.

Solo podía rogar de que Bautista se encontrara en esa casa.

Y mi tía abrió la puerta.

-hola David, ¿Quieres pa...?- y la interrumpí antes de que terminara la frase.

-¿Está Bautista aquí?- cuando dije eso mis ojos ya no aguantaron las lágrimas y exploté.

Montones de lágrimas salieron de mis ojos como nunca lo habían hecho.

¡TODO ES MI CULPA!

¿¡POR QUÉ SOY ASÍ!?

¿¡POR QUÉ SOLO PUEDO HERIR A LAS PERSONAS QUE QUIERO!?

ME ODIO...

Soy despreciable...

-mi amor, él está aquí, pero se quedará por el momento- me dijo mi tía intentando consolarme.

-dejame verlo - intenté asomarme por encima de sus anchos hombros sin éxito.

- David, él me pidió que no te diga nada, sin embargo te estoy diciendo que está aquí. Y conoces a Bautista, me va a asesinar si se entera que te lo dije... - hubo un corto silencio -pero estará bien, ahora vuelve a tu hogar - se acercó a mí y me dio un abrazo el cual no pude dar...

-de acuerdo - dije mientras me daba la vuelta -nos vemos... -

Mi tía cerró la puerta y yo entré al auto.

Me pegué la cabeza contra el volante y sonó el claxon...

Bueno... Está bien...

¡No tengo tiempo que perder! Nancy ya va a despertar si no es que ya despertó.

Encendí el auto y dejandé mis pensamientos junto a la tierra que levantaron las ruedas.

Nos vemos pronto Bauti...

NUNCA LASTIMES A QUIÉN DESPUÉS NO PUEDAS MATARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora