NUNCA LASTIMES A QUIÉN DESPUÉS NO PUEDAS MATAR

CAPÍTULO 35

DAVID

Entré al departamento y llorando dije:

-Nancy, Bautista ha escapado- ¿Cómo puedo llorar sin estar triste?, ¿Cómo puedo engañarla de este modo?

-¿Qué pasó David?- su aterciopelada voz se escuchaba diferente...

-Bautista... él se escapó - estoy triste pero ¿Estos son mis sentimientos reales?-no dejó ni siquiera una nota bien escrita... solo un papel que decía "David, me voy, sos demasiado peligroso"- y empecé a llorar con más fuerza.

Aproveché y abrazé a Nancy con fuerza, su aroma me tranquilizaba un poco.

-ey... David, estará bien, no creo que viva en la calle, por lo poco que lo conocí es listo, irá a la casa de algún conocido - quiero decirle que se dónde está, pero le prometí a Bautista que no lo haría.

No me gusta tener que hacerle esto a Nancy, pero es sospechosa, tengo que tener cuidado con ella.

Involuntariamente había llorado tanto que había mojado bastante el hermoso pijama de Nancy, recién me había dado cuenta de que en la parte trasera del pijama tenía una colita de koala.

Qué tierno...

No quería soltarla pero sentí que sus brazos soltaban un poco mi espalda.

-ey, ¿Quieres ir al prado de ayer a almorzar?- me soltó por completo y yo, aún queriendo quedarme así durante más tiempo, accedí -¡Prepararé sándwiches!- me sonrió con una de sus hermosas sonrisas.

-de acuerdo... - miré al suelo para que no viera mis ojos rojos... La quiero mucho pero...

¿Qué está tramando?

Ella fue a su habitación a cambiarse y yo hice lo mismo, el día estaba muy frío, aún siendo invierno. Esta es mi estación favorita.

Me puse un pantalón de jogging gris, una remera manga larga, un buzo negro, una campera gris, otra campera verde muy gruesa, una última campera negra, una bufanda, unos guantes y un gorro de lana.

Me enfermo por cualquier cosa, así que siempre estoy muy abrigado.

Cómo Nancy no había salido de su habitación decidí preparar los sandwiches que ella dijo que iba a hacer, solo agarré el pan, el jamón y el queso.

Puse un pan, una loncha de jamón, dos de queso y otro pan.

Repetí este proceso cuatro veces más.

-estoy lista - me dijo Nancy antes de mirarme, luego de inspeccionar mi aspecto se empezó a reir- jajajaja- ¿De qué se ríe? - ¿no quieres abrigarte más?- ah, es por como estoy abrigado.

Entonces decidí bromear yo también.

-ya estoy bien así, además mientras te cambiabas preparé los sandwiches- y levanté la bolsa en la que los había puesto.

-¡Perfecto, vamos!- abrió la puerta y nos fuimos.

Igual que el otro día nos dirigimos en silencio y nos sentamos al llegar.

Que nervios... Le voy a preguntar a Nancy si quiere ser mi novia...

-hey Nancy, se que es un poco apresurado, pero ¿Te puedo preguntar algo?- me puse rojo como tomate.

TRANQUILO DAVID.

-claro - dijo mientras sonreía de una manera tan bella como siempre.

Tranquilo David, aunque es verdad que te gusta es todo parte del plan... Relájate.

Respiré profundamente y dije:

-Nancy, ¿Serías mi novia?- estoy muy nervioso... ¿Qué dijo si dice que no? "Jaja era broma ¿Te lo creíste?" No, quedaría en ridículo.

Pero ella me interrumpió antes de poder decir palabra.

-Claro que quiero - saltó encima mío y me besó apasionadamente, sus labios dulces gracias al sabor del cereal y sus manos las cuales estaban cubiertas por unos guantes negros pasaban por mi nuca.

¿Hay mejor sensación que estar enamorado?

Abrí un poco los ojos para ver a Nancy pero la vi derramando una pequeña lágrima.

Me separé durante un momento.

-¿qué pasa? ¿por qué lloras?- le pregunté preocupado.

-nada, solo estoy muy feliz - y volvió a acercarse a mi para besarme con la misma intensidad que hace unos minutos.

De sus hermosos labios bajé a su cuello, sentí como le daba escalofríos el contacto de mi piel con la suya, pero no me importó.

Después de estar un rato así nos separamos para comer los sandwiches

Aprovechamos esa hermosa y fría tarde de invierno, pero daba igual la temperatura, nos teníamos el uno al otro, y eso bastaba para mi.

Te amo Nancy...