CAPÍTULO 5

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DAVID

cuando terminé de trabajar me dirijí a el escritorio de Nancy para esperarla a que termine de acomodar sus cosas, se nota que es muy ordenada, dejó todo perfectamente simétrico, no creía que eso fuera realmente posible..

- ey White, ¿estás lista?- la llamé por su apellido para que suene un poco más formal, no se si realmente tuve éxito.

- jaja, claro Lewis, ¿Quieres ir a la cafetería de la esquina?- me preguntó con una sonrisa en el rostro, ¿Por qué sonríe tanto? es molesta.

- okey, vamos entonces- mientras lo decía me daba la vuelta dispuesto a irme.

-he-hey, David, hay que saludar a los demás antes de irnos- ¿de verdad es necesario? Si a nadie le va a importar mi saludo-

-no- dije de la manera más fría que pude. Y salí caminando.

Sentí atrás mío corriendo a Nancy, jaja que pena que tenga que correr no? Porque se le despeina su hermoso pelo rubio, y por alguna razón tiene los ojos entre-cerrados mientras corre, no me parece justo, sus hermosos ojos celestes deberían estar siempre abiertos...

E-Eso no importa igual, cuando me di cuenta me había alcanzado.

-David, ¿Que miras?- dijo esas palabras con un aire de que ella ya sabía que la estaba mirando a ella, seguro muchos hombres le lanzan piropos por la calle, odio a ese tipo de hombres... Pero ¿Fui demasiado evidente? Espero que no.

-estaba viendo hasta donde podía llegar a mirar desde aquí- fue lo primero que se me ocurrió decir, jaja apenas la conozco y ya miento, bueno eso le pasa por ser bonita, inconscientemente te van a mirar.-se que suena raro pero es muy entretenido- podía ver su cara de sorpresa y decepción, efectivamente se dio cuenta que la miraba, ¿quizás quería que le dijera la verdad?.

-bueno, sentemonos- dijo mi acompañante justo antes de sentarse en una mesa de la cafetería.- antes que nada me gustaría conocerte un poco mejor David- ¿De verdad quiere saber más de mí?¿Esto es necesario? No, es realmente inútil, pero contestaré.

- soy David Lewis tengo 23 años, se tocar el piano, se dibujar, vivo con mi padre y mi hermano, mi madre fue asesinada por esta maldición y desde ese momento no pasa nada interesante en mi vida, así que no puedo contar mucho.- eso fue lo único que alcance a decir antes de que se me quebrara mi voz..

Mamá, te extraño mucho, volvé, no me dejes, quiero ser feliz pero no puedo, perdón mamá no pude salvarte. Esto es culpa mia, tengo que averiguar por qué, creo que Nancy me ayudará... Mamá...

Y se me cayó una lágrima, después otra y una más, antes de darme cuenta me había ido al baño a lavarme la cara.. soy un idiota, no puedo comportarme bien con una chica, soy un idiota, no puedo enfrentar a una maldición porque tengo miedo, soy un idiota, yo... Soy un idiota por tener una esperanza de vivir... Pero quiero vivir...

Y volví a donde estaba Nancy.

- perdón, ya estoy mejor, cuéntame.sobre ti Nancy- ella comprendió que yo no iba a hablar sobre esto y prosiguió.

- soy Nancy White tengo 24 años, realmente estoy muy ocupada como para tener intereses, pero mi familia es mi mamá, mi papá y mi hermana mayor, nunca tuve amigos, mi madre no lo creía conveniente, pero bueno, aquí estoy...-

Y ambos nos quedamos sentados en silencio, pensando sobre la historia del otro...

NUNCA LASTIMES A QUIÉN DESPUÉS NO PUEDAS MATARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora