-Eso es todo -Jin suspiró y dejó la última caja en la entrada.
Jackson pasó entre las cajas, viendo cómo Mushu caminaba lenta y perezosamente hasta su sofá y saltaba para acomodarse allí y echarse una siesta.
-¿No crees que son muchas cosas por un tiempo, amor? -Jackson se rascó la nuca.
-¿De qué hablas?
-De ésto -el muchacho abrió una caja llena de vajilla-. Tengo suficientes platos.
-Tus ollas no son buenas como las mías, ¿lo ves? -Jin tomó essen y se la enseñó-. Aquí no se pega la comida y no se oxida.
-¿Y por qué trajiste todos éstos libros de cocina?
-Nunca se sabe cuando vaya a llover y me vea obligado a hacer un rico postre...
-Jinnie, mi amor, hay siete tomos de Corey Lee aquí...
-Te quejas demasiado. ¿Acaso no estás feliz de verme?
Jackson se puso en pie y se acercó a su prometido, levantando su barbilla con un dedo.
-Sabes que estoy más que feliz de tenerte aquí conmigo, mi amor -y le dió un dulce beso en los labios que dejó a Jin más que satisfecho-. De hecho no veo la hora de tenerte aquí para siempre, a ti y a tus siete tomos de libros de cocina.
El mayor apretó la sonrisa, de repente se sintió un poco incómodo. Entrecerró los ojos, ¿por qué estaba actuando tan frío con Jackson? Al final soltó una risita.
-¡Claro!
Sin embargo, por supuesto, Jackson lo notó. No borró la sonrisa en su rostro amable, pero si sacó el dedo de la barbilla de Jin y se alejó un metro para verlo bien.
-¿Está todo bien?
-¡S-sí! ¿Por qué lo dices? ¡Más qué bien! Estoy perfecto.
-Bueno, todo esto de la mudanza repentina... -se cruzó de brazos-. Es decir, todo ésto de Namjoon.
-Oh, eso no es problema -Jin sacudió la cabeza y se giró para abrir las cajas y comenzar a apilar cosas fuera de éstas-. Ayer dimos un paseo.
-¿Ah, sí? -la incredulidad en el tono de su novio era casi lastimosa.
-Si, es decir; aclaramos algunas cosas. Fue una charla bastante buena, en realidad. Creo que la necesitabamos, ¿sabes? -se giró un segundo para dedicarle una sonrisa calma-. Para tener un cierre y eso.
-¿Un cierre? -Jackson se quedó en silencio un rato-. ¿Qué no habían tenido un cierre hace ya un tiempo?
-Pues parece que Namjoon no -Jin se encogió de hombros con una sonrisa demasiado optimista y cuando abrió otra caja se le antojó que era una excusa perfecta para cambiar de tema y dejar aquella conversación incómoda-. Oh, mira. Traje algunas cosas para distraerme mientras no pueda ir a trabajar -abrió uno de los álbumes y pasó su dedo por una foto en la que se encontraba él, pequeño, en brazos de su padre-. Vaya, hace mucho que no los veía.