Hoseok soltó un gemido de angustia en el beso y tomó a Taehyung por la cintura, apretándolo todo lo que pudo contra él.
Pero entonces, casi al instante, Taehyung lo separó de sí.
-Vine a despedirme -dijo.
Hoseok se mareó al oír aquellas palabras, sintiendo el doble sentido que seguramente el otro no habría querido expresar.
-¿D-despedirte? -inquirió.
-Siento que, de alguna manera, lo nuestro a quedado... a medias, ¿no crees? ¿Como que no se resolvió? Vengo a despedirme para que puedas seguir con tu vida, Jung Hoseok. Te deseo la mayor de las felicidades.
El mayor no pudo responder. Aquellas palabras no tenías ni pies ni cabeza en sí. ¿Venía a besarlo de aquella manera, despertandole emociones en todo el cuerpo, para luego decirle que ya no lo molestaría más?
Se quedó sin palabras.
Taehyung parecía esperar que dijera algo, decepcionado de que no fuera así. Al final, le sonrió con tristeza y se marchó, dejándole con un millón de preguntas y ninguna respuesta.
Cuando Jimin llegó a la panadería, abriendo la puerta y oyendo su usual campanita tintineante, no pudo menos que quedarse quieto, completamente pasmado, ante lo que estaba viendo.
Jiyong, tras el mostrador, lo saludó con la barbilla; pero al ver que el otro no le respondía ladeó la cabeza, curioso.
-¿Qué haces ahí? Entra, te vas a congelar -le dijo, acomodando un par de muestras pero sin dejar de verlo con preocupación.
-T-tú... -Jimin se acercó lentamente, señalándolo con un dedo en alto-. Tu... Tu pelo está...
-¿Te gusta? -Jiyong se sacudió el cabello-. Quedó un poco más claro de lo que ponía en la caja, pero da igual. Creo aprenderé a quererlo. ¿Tú que dices? -hizo una mueca al ver que no respondía-. Vaya, lo detestas. ¿Lo preferías rojo? Sí, creo que rojo era mas...
-Me gusta -murmuró el rubito, sintiendo un nudo en el estómago. Los ojos se le llenaron de lágrimas, la mente de recuerdos-. Verde menta.
-Verde menta -Jiyong asintió con una sonrisa-. ¿Por qué me miras así, Jiminnie?
-Y-yo... -el muchacho parpadeó, en un intento de secar sus ojos-. ¿Qué...?
Estaba actuando como un inmaduro, lo sabía, y sin embargo por un segundo, por sólo un segundo, había creído ver a Yoongi. Ahí, parado, con su cabello verde menta, cuando recién se conocían. Frío como la nieve pero dulce como la miel, su Yoongs. Su amor. Y se preguntó, muy en el fondo de su corazón, si es que eran aquellos primeros momentos de cuando recién se habían conocido a los que se apegaba para hacerse creer que su relación era la mejor del mundo. Y es que hacía mucho tiempo que su novio había dejado de ser ese chico dulce de cabello verde menta que él había conocido. Y sin embargo, ahí estaba: con otro rostro, pero el mismo color. Recordó lo increíblemente guapo que le había parecido desde el primer momento, y aún en cada horrible situación que habían tenido que atravesar juntos. Porque por más difícil que fuera antes, si había algo que ninguno había puesto en duda en ningún momento era el increíble amor que se profesaban. ¿Ahora? Sólo quedaban vestigios de lo que alguna vez había sido aquella relación tan pasional y feroz.
-Oye, ven aquí. Tengo algo para ti -Jiyong le hizo señas con los dedos y Jimin, recomponiendo su sonrisa y el buen humor que le generaba aquel local con olor a pan recién horneado, caminó hasta el otro lado del mostrador. Cuando su jefe sacó una carta y se la tendió, Jimin lo miró sin comprender-. Mi hermana se va a casar.
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You Never Walk Alone [Namjin// Yoonmin// Vhope]©
Fanfic[SEGUNDA PARTE DE MY SWEET PRINCE] ©Obra Registrada 2020 Eunice Balbi Se prohíbe la copia total o parcial de la novela, como también adaptaciónes.