You Never Walk Alone [Namjin// Yoonmin// Vhope]©

01

-Creo que... debería decir algo al respecto -murmuró Jungkook, sin despegar la vista de la ventana.

Hacía al menos veinte minutos Jimin conducía por la carretera, y de las mil millones de cosas que Jungkook había pensado decir cuando saliera de prisión ninguna se le venía ahora a la mente. Y es que... ¿qué podía decir? Con solo mirar por la ventanilla le bastaba: hacía tanto tiempo no veía la carretera, no veía el exterior, era tan... Tan hermoso, de repente. Como un ciego que de repente recupera la visión. Se sentía tan libre que le daba miedo decir o hacer algo incorrecto; casi temeroso de que Jimin se arrepintiera y volviera a llevarlo tras las rejas. No quería arruinarlo, por nada del mundo.

-No tienes que decir nada -fue lo único que respondió el rubio, lanzando una mirada de reojo a los dedos manchados de carbonilla del otro.

Jungkook parpadeó y lo miró. Por fin lo miró: Jimin era muy guapo y ahora se veía tan distinto a la última vez que le había visto. Mucho más seguro, mucho más maduro. Había crecido, comprendió, todos lo habían hecho. Pero, ¿qué habría pasado? Las únicas llamadas esporádicas que recibía eran de Yoongi, y éste jamás le hablaba de Jimin, aunque sí sabía que seguían juntos.

Lo miró y de repente una sensación estremecedora le revolvió el estómago. Era culpa; era, tras haber pasado años en la cárcel y haber pasado por tantas... situaciones, comprensión. De repente lo comprendía y al mismo tiempo no, ese chico de ahí había estado enamorado de él y él sólo había sido la peor mierda humana posible. Todo había cambiado, Jungkook había cambiado, pero sentía que el pasado era imborrable y la culpa sería eterna.

-Como mínimo debería pedirte disculpas -murmuró al fin, bajito y con la voz grave y quebrada. No había forma de pedir disculpas, en realidad, pese a que las sentía con todo su ser. Pese a que comprendía, que había aprendido, y que se sentía tan arrepentido que le entraban ganas de vomitar; nada sería suficiente disculpa.

-Realmente no me interesan tus disculpas, Jungkook. Hago ésto por Tae; porque sé lo mucho que te quiere y porque ha preguntado por ti.

El pelinegro tragó el nudo que se le hizo en la garganta al oír mencionar a Taehyung. Casi que no quería pensar realmente en él, aunque lo tuviera casi todos los días a todo momento en la cabeza, porque le generaba un vértigo que le mareaba. Taehyung estaba bien, estaba vivo y estable y despierto y Jungkook no estaba del todo preparado para eso. Aunque, claro, jamás lo estaría. Jamás se está demasiado preparado para reencontrarse con el amor de su vida luego de tanto tiempo.

Jungkook pensó en que todo había sucedido muy rápido y de repente aquellos tres años que había pasado completamente aislado de la vida en Seúl casi que no habían existido: recordaba perfectamente haber ido al hospital, y cómo todo había ido mal. Se había quedado en la sala de espera con los demás, aunque ninguno le hablaba, ninguno parecía querer de su presencia allí. Recordó su odio hacia Jung Hoseok y lo mucho que se minimizaba hasta casi no existir por el increíble dolor que le causaba saber que del otro lado de la puerta estaban tratando de estabilizar el cuerpo de Taehyung, que tenía los pulmones llenos de agua y no respiraba en absoluto. Al cabo de un rato, el médico salió a decir que el muchacho se hallaba estable, pero en estado crítico, en coma, y que lo mejor que podían hacer era avisar a su familia y marcharse a casa. que nada más podían hacer. Jungkook había oído aquellas palabras en completo silencio, sin mirar más que sus manos sobre su regazo, y al final se había marchado sin decir nada. Nadie lo detuvo, nadie lo detendría; y de repente, al salir del hospital, se encontró tan pero tan solo en el mundo que marcharse del país no sería necesario: ni siquiera le importaba seguir con su vida. Sacó su teléfono del bolsillo y marcó la policía.

-Pues pagaste mi fianza. Creo que eso es un montón -aunque, pensándolo mejor y en vista del Mercedes al que se habían subido, tampoco sabía si era realmente un montón para Jimin-. Así que... Gracias.