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Cuando Jin se despertó en el sofá de Namjoon lo primero que hizo fue soltar un grito tan agudo y tan fuerte que retumbó todo el suelo de la casa.

Namjoon se levantó de golpe del suelo, asustado.

-¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!?

-¿¡QUÉ ES ÉSTO!? -gritó Jin, histérico.

Namjoon parpadeó y se acercó, viendo que el muchacho le mostraba su mano. En su dedo anular, un bello anillo con un diamante.

-Ese... Ese no es el de Jackson, ¿verdad?

-¡QUÍTAMELO! -gritaba Jin, horrorizado. Namjoon se lo sacó del dedo y retrocedió, inspeccionándolo-. ¿¡Por qué iba a comprar un anillo de bodas nuevo!? ¡Ni siquiera recuerdo qué pasó anoche! Alto -miró hacia abajo, y soltó un hondo suspiro al verse aún completamente vestido.

-Hum... ¿Jin?

Cuando el muchacho levantó la vista vió que Namjoon miraba su propia mano, donde lucía, también, un anillo de bodas.




Jin apenas había abierto el restaurante cuando oyó a alguien entrar furioso.

-¡Hola! Bienvenido a... -se cortó al ver a un Jackson pálido, ojeroso y muy despeinado atravezar el salón como un rayo hasta llegar a él.

No supo bien qué decir ni bien verlo: la última vez que le había visto había sido en el altar, frente a todos sus conocidos y más cercanos. Verlo ahí, de repente, era como ver un fantasma.

-¿¡Te casaste con Kim Namjoon!?

-¿¡Tú...!? ¿¡Cómo...!? -sus dudas fueron interrumpidas cuando Jackson estiró la mano para prender el televisor y su rostro apareció justo en el primer canal de noticias-. Carajo...

-Reformulo: ¡Te casaste con Kim Namjoon! -afirmó.

A Jin le tembló todo el cuerpo con algo parecido al miedo y a la desesperación. Ver su propio rostro en el canal de noticias lo dejó pasmado, y fijarse en la cinta de casino que no dejaban de pasar una y otra vez en la que un tipo vestido de Elvis Presley les hacía fimar un contrato mientras ellos estallaban en carcajadas, como si fuera el chiste más gracioso del mundo, le hizo soltar un sollozo. Un par de personas que habían alzado la cabeza para ver el televisor se giraron hacia Jin, curiosos, y éste se apresuró a apagar el televisor.

-Y-Yo... Yo no... -Jin sacudía la cabeza frente a un Jackson hecho una furia hasta que, de repente, comprendió que su conmoción no tenía nada que ver con el tipo que tenía en frente. Frunció el entrecejo y puso los brazos en jarra-. ¿Y quién te crees tú para venir a sermonearme con qué?

-Lo hiciste por despecho, Seokjin -Jackson lo miraba casi con asco-. No puedo creer que lo hicieras.

-¿¡Ah sí!? ¡Pues yo no puedo creer que me dejaras en el jodido altar! ¿¡Me estás jodiendo, Jackson!? -Jin se tapó la cara con las manos, sintiendo que le desbocaba el corazón de tan rápido que le latía-. No puedo creer estar discutiendo ésto...

-Necesitaba tiempo, ¿no? ¡Lo que sea Jin! ¡Ésto sólo muestra que tenía razón e hice bien en cancelar la boda!

Jin despegó lenta, muy lentamente, las manos de su rostro, y le lanzó una mirada tan inexpresiva y filosa que el muchacho retrocedió un paso.

-¿Todo ésto fue por... celos? -inquirió, ladeando la cabeza-. ¿Tuviste un arranque de celos?

-Sé que aún lo amas.

-¿Ah, sí? -rió sarcásticamente-. Pues espero que tengas razón, porque, ¿adivina qué? Me he casado con él.

Jackson retrocedió otro paso, ésta vez con dolor en el rostro. Como si Jin lo hubiera abofeteado en plena cara.

You Never Walk Alone  [Namjin// Yoonmin// Vhope]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora