-¡Mushu! -exclamó Jin, tirando de la correa para que el perro salchicha se detuviera. Y es que si no se detenía, él mismo saldría disparado por los aires. ¿En qué momento se había puesto tan gordo? No tenía ni idea, pero tal vez era hora de comenzar la dieta-. Anda, cachorro, que no puedes ir tan deprisa.
El perro lo miró un segundo y luego miró hacia adelante. Jin descubrió un puesto de panchos en la esquina del parque y comprendió todo.
Se agachó y le rascó detrás de las orejas, lo que hizo que al final Mushu terminara tendiéndose sobre su espalda para que le rascara la barriga.
-Eso es canibalismo, ¿lo sabes? Aaaaigo, gordinflón -se le quedó sonriendo. El perro lo miraba y movía la cola cada vez más rápido. Jin borró la sonrisa-. Morirás si comes eso.
Y era cierto, la comida humana le sentaba fatal. Porque encima de gordinflón era sensible.
Alguien comenzó a gritar algo sobre globos, y ésto hizo que tanto el perro como Jin levantaran la mirada.
Mushu salió corriendo en dirección al payaso de los globos, y Jin, en un intento fallido de agarrar la correa, terminó con una rodilla en el suelo.
-Tss... auch. Oh, no... -se había abierto el jean. ¡El jean nuevo! Y debajo se divisaba un raspón que había comenzado a supurar un poco de sangre.
Poco le importó, ahora su perro andaba suelto y saltaba alrededor de un pobre tipo que parecía bastante asustado.
Se levantó con un gesto de dolor eel suelo y corrió a su encuentro.
-¡Mushu! ¡Mu...! Ay, por favor -tomó de la correa y tiró de él para que se alejara del payaso-. Lo siento mucho, señor.
-No hay problema, niño -el hombre sonrió-. ¿Un globo?
Jin parpadeó. El payaso le ofrecía un globo morado que volaba gracias al helio. A Taehyung seguro le encantaría; y de seguro sería una bonita sorpresa y felicitación de salida del hospital.
Sacó un par de wons de su bolsillo, se los tendió al payaso y tomó el globo. En secreto, también le había agradado sobremanera que el tipo le dijera "niño".
-Ya vamos, Mushu, que tenemos que buscar a TaeTae -volvió a tirar de la correa. El perro era bastante tozudo en lo que a respetar a su dueño respectaba.
Entraron en el parque y comenzaron a caminar por su caminito de piedras; algo así como en el Mago de Oz. Mushu ya iba más tranquilo, olisqueando todo, y Jin no podía evitar sonreír y cerrar los ojos de vez en cuando mientras caminaba. El sol era radiante y medio se ocultaba entre las hojas de los árboles primaverales. Se percibía un delicioso aroma a flores y polen.
Estornudó.
Pero estaba bien, porque aún así era una cálida sensación de año nuevo. Porque era como un año nuevo, ¿no? Lo era para Tae, y lo era para todos ellos también. Un año nuevo en el que volver a intentar ser un poco más... receptivos. Un año en el que ser menos egoístas porque... Ya, sabía que no podía culparse de lo sucedido, pero... ¿cómo no hacerlo? ¿Cómo ignorar el hecho de que probablemente Tae estaba solo y necesitaba ayuda, y él poniendo sus propios problemas amorosos frente a sus ojos fue incapaz de ver que a su dongsaeng le estaban pasando tantas cosas horribles? ¡Vaya a saberse cuánto había sufrido! ¿Cuánto dolor pudo haber sentido? ¿Cuán sólo se sentiría? No podía, no podía con ello. No podía volver a pensar en eso.
Sus ojos comenzaron a humedecerse y con un suspiro decidió sentarse un momento en una banca. Ató a mushu a una de las patas y comenzó a mirar soñadoramente hacia los juegos. Muchos niños correteando, riendo, gritando, bajando y subiendo, meciéndose en las amacas. ¡Aigoo! Cómo le gustaría volver a ser niño, al menos un momento. Sin preocupaciónes, sin culpas, sin dolores, sin... Sin nada de nada.
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You Never Walk Alone [Namjin// Yoonmin// Vhope]©
Fanfic[SEGUNDA PARTE DE MY SWEET PRINCE] ©Obra Registrada 2020 Eunice Balbi Se prohíbe la copia total o parcial de la novela, como también adaptaciónes.