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Por supuesto, no morir por tus sentimientos en la teoría es mucho más fácil que en la práctica. Saorise lo sabía muy bien: sí bien había pensado en todo lo que iba a decir a decir de pies a cabeza hasta quedarse dormida, la sensación de nervios al respecto no se iba por más que lo intentase.
Estaba en la limusina algo adormilada, esperando a que su celular se encendiese. No sabía por qué estaba tan cansada sí recordaba haber dormido temprano pero no pensó mucho en ello, seguía siendo de mañana, probablemente sólo era sueño matutino. Sin duda alguna con todo ese sueño se hubiese tomado la libertad de darse una siesta de no ser por toda la incomodidad que estaba comenzando a sentir: los nervios acerca de la situación que tenía en frente hacían sudar a sus manos, cosa que incomodaba bastante a Saorise, secándolas constantemente a pesar de que sabía que seguirían sudando.
Trató de hacer lo que diría June, quien seguía aún sin estar cerca como para poder escucharla, intentando centrarse en el sonido de la música en la limusina y en su respiración. No iba a solucionar sus nervios por completo pero por lo menos podía hacerle dejar de pensar un poco menos en la incomodidad, tan sólo un poco.
La limusina frenó, llegando frente al set. Después de dar un respiro y sentir a su celular por fin encendido empezar a vibrar por las nuevas notificaciones, Saorise se levantó y fue directo al set, guardando su celular en su bolsillo y encaminándose a lo que sería la causa de toda su tensión.
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Tuvo que da un respiro al ver a la pelirroja dentro del set hablando junto con Lili, quien estaba colocando su mano sobre su hombro en señal de apoyo. Parecía ser que Maddie se había arreglado bastante bien ese día, usando un llamativo labial azul que provocó que Saorise no pudiese evitar quedarse mirando a sus labios, pero no bastó a que mirase un poco hacia arriba como para notar las ojeras que probablemente hubiese tratado de esconder con maquillaje. No tuvo que ser muy inteligente como para saber que no había dormido bien.
Trató de canalizar valor para acercarse a pesar de que estaba temblando y su corazón latía a mil por hora, sabía que el momento de la conversación había llegado y que tendría que confrontarlo, ya era hora. Mientras se fue acercando lentamente notó como Lili se despedía con prisas de Maddie, hacía un gesto del que Saorise desconocía significado, y luego la pelirroja observó hacia delante en su dirección. Fue allí, cuando alcanzó a estar a su lado, que la rubia sintió como sí no pudiese respirar. A pesar de ello, lo disimuló muy bien.
