⸙ 32 ⸙ la artista

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Nota por sí yo, Saorise, noestoy al frente:

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Nota por sí yo, Saorise, no
estoy al frente:

Angeline, sí eres tú,

quédate en casa y pega en
el chat "r_wisedream" el único
mensaje que tengo en el
portapapeles. No leas el chat
ni salgas, tú quédate
dibujando. Hay galletas en la
mesa por sí tienes hambre. Sí
estás fuera de la casa, llama a
Astrid y ella te cuidará, no
importa sí ya estás con otra
persona. Di que tienes una
urgencia, llama a Astrid y
ella te cuidará.

Sí es alguien más quien lee
esto, ve por favor a la
dirección que envié a
r_wisedream, es un café
privado para famosos donde
puedes conversar con total
privacidad. El chofer sabe
dónde es, no te preocupes.
Lee el chat para entender
todo lo que está pasando,
actúa maduramente, nada de
decisiones impulsivas.
Escucha lo que R tiene que
decir y trata de mantener
una decisión neutra, luego
decidiremos qué hacer. Por
favor, graba toda la
conversación, quisiera poder
escuchar lo que ella diga.

Al principio Rowan se había tomado el tema a la ligera, había leído el chat y pensaba que no le afectaría tanto esa conversación, no solía sentir las cosas de forma tan intensa como para que le dolieran a grados extremos. Supo que quizás hubieron un par de errores en su razonamiento del asunto cuando, dentro de la limusina, comenzó a jugar con las mangas de su gran suéter amarillo y terminó partiéndose una uña. Dio un largo respiro, tendría que distraerse con algo más sano o Saorise se frustraría por encontrar todas sus uñas mordidas y rotas.

Tomó sus audífonos y comenzó a reproducir alguna canción de su playlist en spotify al azar, para después buscar algunos memes en instagram. Sus pies subían de arriba a abajo de forma repetitiva, no por nada Rowan era el alter más inquieto del sistema, pero por lo menos sus manos estaban calmándose un poco. A su tiempo comenzó a reírse, olvidar la realidad hacía para Rowan más sencillo mantenerse al márgen de las situaciones.

La limusina se estación frente un pequeño pero curioso café, de color negro y anuncio púrpura, con ventanales tapados en una elegante cortina violeta oscuro. El logotipo era una corona blanca, sencilla pero fina, con diminutos detalles de plata. Las puertas, a diferencia de otros locales, estaban custodiadas por dos guardias con una lista en mano que daban a entender que sólo podías entrar con una reservación. Rowan jamás había entrado al lugar pero, según su búsqueda de google, era una cafetería específicamente diseñada para famosos, donde podían pasar un rato como personas normales sin riesgo de fans que interrumpieran su privacidad.

—Muchas gracias —dijo Rowan al chofer, para entonces bajar de la limusina.

Comenzó a caminar hacia la cafetería, donde una vez vieron que estaba en la lista de reservación le permitieron pasar, informándole que le estaban esperando en la mesa nueve. Rowan se adentró al lugar, buscando la mesa indicada, y al tener un buen sentido de la orientación, no le tomó demasiado hacerlo. Jugó un poco con las mangas de su suéter al ver a la chica que estaba allí, que sí bien no conocía —aunque de alguna forma se le hizo un poco familiar— el simple hecho de que fuesen a tener esa conversación le mantenía alerta.

Chains Of Promises╺╸Madelaine PetschDonde viven las historias. Descúbrelo ahora