Saorise despertó con una expresión extrañada, menudo sueño raro acababa de tener.
Luego de unos quince minutos de "cinco minutos más" de sueño, darse un baño y cepillarse los dientes para colocarse otro de sus tantos suéteres gigantes y peinarse decentemente, Saorise decidió salir de su habitación dispuesta a seguir haciendo su rutina habitual: hacer su desayuno, alimentar a Fleur —su mascota, una pequeña poodle— y quizás seguir componiendo en el piano la nueva canción que estaba escribiendo. Fue entonces cuando abrió la puerta de su habitación que se sorprendió.
—Wow, wow... ¿Astrid?
Saorise no recordaba mucho del día anterior, a partir de haber visto aquella mala publicación todos sus recuerdos se habían esfumado. Supuso por ello que todo había sido un sueño, pero ver a Astrid recostada en el sofá con la muñeca enyesada negó sus suposiciones: sí, eso sí que había sucedido.
—¡Saorise, despertaste! —dijo Astrid sonriente al verla, guardando su celular para así poder prestarle atención.
—¿Por lo menos qué pasó ayer? ¿Cómo acabaste aquí?
Aún todo era muy confuso para Saorise, ¿Por lo menos qué había sucedido en realidad?
—Oh, bueno, choqué con la policía conduciendo luego de una fiesta, quizás estaba más ebria de lo que pensé, me disloqué la muñeca... ¡pero como sea! Goodman fue el imbécil que es de nuevo, publicó algo estúpido... —empezó a recapitular, observando hacia arriba en busca de recuerdos—. Ni se te ocurra leer lo que escribió de nuevo, no te ayudará. Finalmente fuíste a buscarme en el hospital, Rowan me dejó entrar para hacerte una sorpresa y... ¡ven, ven! Quiero animarte.
Y sin esperar la respuesta, Astrid con su mano sana jaló a Saorise hacia el comedor. La menor de ambas hermanas no pudo evitar sonreír al ver la sorpresa de la mayor: la mesa de su comedor estaba repleta de hotcakes, diversos siropes, chispas de chocolate y helado, junto a algo de café aún dentro de la cafetera.
—Sé que pasaste un mal rato ayer por mi culpa, quise compensarlo de alguna forma. No es la gran cosa, pero...
Saorise sin embargo abrazó a Astrid inmediatamente, teniendo cuidado con su mano enyesada.
—¡Muchísimas gracias!
—Oh, finalmente sí lo hizo —escuchó Saorise susurrar a Rowan con cierta emoción en el fondo de su mente.
Astrid correspondió el abrazo de su hermana pequeña con una sonrisa en el rostro.
—No es nada, lo mereces luego de un día difícil, es hora de que tengas un rato dulce y tranquilo.
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Chains Of Promises╺╸Madelaine Petsch
FanfictionCOP | ❛Pero a su lado mi corazón sonaba tal metrónomo; un inquietante, constante y sonoro tic tac❜ ━━ MADELAINE PETSCH FANFICTION 🌱 01 en #madelainepetsch PROBLEM GODDESSES VOL. IV © -rainbow-girl- | 2019-2020