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N/A: dentro de este capítulo, verán algunas palabras u oraciones que serán en otros idiomas. ¡No se preocupen! Son palabras pequeñas que no interrumpen el contexto, pero en el caso de sentirlo necesario, encontrarán su traducción al final del capítulo. ¡Disfruten la lectura!
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Saorise ni siquiera pensó demasiado cuando comenzó a conducir hacia el evento de caridad de Astrid, sin alguna especie de plan pero centrada en la gran preocupación que estaba sintiendo en ese momento. Tenía que sacar a Astrid de allí, fuese como fuese.
Le había insistido a Maddie que no le acompañara, que podía afrontarlo sola, pero esta no se frenó en su decisión de quedarse a su lado. Maddie sabía cuán preocupada estaba Saorise, no quería dejarla sola en un momento tan abrumador para ella.
—Pase lo que pase, sólo quiero que sepas que estoy para ti —dijo Maddie antes de que salieran del auto, entrelazando sus manos—. Estamos juntas en esto.
Saorise le robó un pequeño beso antes de bajar del auto.
—Gracias, digo lo mismo —contestó la rubia.
Salieron del vehículo, para alivio de ambas no se escuchaban más disparos. Aún no se escuchaban ambulancias, pero sí se veían personas comenzando a llamarlas. Saorise trató de visualizar a su hermana, ¿en dónde estaría una cabeza llena de cabello rubio? Cuando no la encontró de forma veloz, comenzó a asustarse. ¿Y sí le había sucedido algo? ¿Y sí le habían dado un disparo letal? ¿Y sí ya estaba muerta y no había podido despedirse correctamente? ¿Qué haría sin ella? No podía imaginarse una vida sin su hermana mayor, tan sólo no podía.
—¡No debiste haber venido, es peligroso!
Para su suerte, poco después de entrar en desesperación escuchó la voz de su hermana a su espalda.
—Te lo confirmo, se asustó mucho —añadió Maddie, para luego besar la coronilla de la cabeza de Saorise aprovechando de que la prensa no había llegado aún—. Pero calma, ella está bien ¿sí? Ahora todo lo que tenemos que hacer es alegrarnos de que está bien y...
