Silvia: Mi amor que bueno que ya viniste.
Fernando: Buen día Silvia, tengo muchos pendientes en la oficina por eso mi viaje fue corto.
Fernando entró con las maletas, Alfred venía detrás de el.
Silvia: Y porque no me avisate que traerias compañía (dirigió la mirada a Alfred no muy contenta con verlo).
Alfred supo que aquella mujer se sentía incómoda con su presencia, estaba arrepintiendose de haber aceptado ir a la ciudad.
Alfred: Buenos días Señora.
Fernando: Porque surgió de repente, o te molestan mis decisiones acaso?
Silvia: Para nada cariño, quieres desayunar?
Fernando: Nos detuvimos en el camino a desayunar en un restaurante, no es así viejo( dirigió la mirada a Alfred).
Alfred asintio.
Fernando: Ven viejo, voy a enseñarte dónde dormirás. ( Fernando y Alfred se dirigieron al segundo nivel de la mansión).
Fernando llevo a Alfred a la habitación del segundo nivel al fondo
Fernando: Aquí dormirás, aquí dejo tus cosas instalate y nos vemos más tarde de acuerdo? ( Le dió un abrazo).
Alfred: Vas a la oficina?
Fernando: Tengo miles de pendientes, y no quiero retrasarme más, nos vemos más tarde descansa.
Alfred: Que te vaya bien muchacho.
Fernando se dirigió hacía su habitación, tomó una ducha express. Tenía el tiempo justo para llegar.
Eligió una chaqueta y pantalón negros junto con una camisa blanca, y una corbata azul claro. Tomo el portafolios y bajo a la planta baja con rumbo a la puerta de salida. En el camino se topo nuevamente con su esposa.
Silvia: Ya te vas.
Fernando: Si, tengo el tiempo justo para llegar.
Silvia: Vienes a comer?
Fernando: Hoy no, nos vemos en la noche.
Silvia furiosa, decidida a lo que fuera con tal de recuperar a su marido estaba dispuesta a lo que sea no quería dejar ir a un buen partido como lo era Fernando.
Lucero como todas las mañanas organizaba sus pendientes, prendió la computadora dejó su saco en el perchero y guardo su bolsa en el cajón del escritorio. Fue a ver qué todo estuviera en orden en la oficina de su jefe, cuánta paz le transmitía estar en aquel lugar, pasó las manos sobre la silla de cuero y el respaldo, tenía impregnado su olor, la fragancia que el usaba se respiraba en el ambiente. Ese olor la enloquecía.
Se dirigió a la amplia ventana, desde allí se podía ver la ciudad, los carros de diferentes tamaños y colores circulando sobre la carretera las personas dirigiéndose a sus trabajos, aquel hombre que paseaba a su perro, una pareja de novios paseando en el parque, la risa y el bullicio de los niños, gritando y jugando en los juegos.
Fernando venía llegando a la oficina, le extraño no verla sentada en su lugar de siempre, acaso se había ausentado, aquellas ideas se esfumaron cuando vio su saco y sus cosas sobre el escritorio. Abrió su oficina y su sorpresa fue tal cuando la vio de espaldas concentrada viendo a través de la ventana. Cerró con cuidado la puerta le colocó seguro. Dejo su portafolios en el suelo y se dirigió hacía ella.
- Con pasos lentos iba acercándose a ella, hasta que por fin llegó la tomó de la cintura y le dió un beso en el cuello, Lucero se espanto tanto que dió un grito del susto que acababa de llevarse.
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RELACIONES PROHIBIDAS ®
RomanceSINOPSIS EL MATRIMONIO PERFECTO SI EXISTÍA AL MENOS PARA EL,CASADO CON LA MUJER DE SU VIDA Y AMÁNDOLA MÁS QUE NADA. EL DESTINO SE ENCARGÓ DE ABRIRLE LOS OJOS Y QUE AQUELLA MUJER QUE CREÍA AMAR INCONDICIONALMENTE, SOLAMENTE ERA UN GRAN AFECTO Y LA VE...