Capítulo 66

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Había despertado aún cuando el sol apenas se estaba asomando por el cielo, podía escuchar el canto de los pajarillos alegrando la mañana, sentía la fría brisa colándose por la ventana erizando cada poro de su piel, el aire fresco de la mañana era algo que le encantaba,con cuidado y sin despertarla se levantó de la cama, fue hacia el balcón de la habitación.

El sol estaba en lo más alto del cielo, las verdes praderas y montañas que se veían a lo lejos eran el detalle perfecto para el perfecto cuadro que sus ojos veían, mariposas de colores revoloteaban por el cielo, el pequeño lago que veía a lo lejos era como un pequeño océano enmedio del verde de las praderas.

Un hermoso y azulado cielo azul, era como ver el mismo océano,necesitaba hacer algo de ejercicio antes de comenzar el día, hacía tiempo que no visitaba el gimnasio.

Se calzo con un par de zapatos deportivos negros junto con un pantalón cómodo para su sesión de ejercicios. La camiseta la omitió a propósito, para que llevarla si luego no iba a necesitarla.

Tomó un par de toallas limpias del closet y salió con rumbo al gimnasio.

Algo de cardio para empezar no estaría mal, activo la caminadora con el ritmo necesario para empezar a correr,solía tomar el tiempo de sus ejercicios para mejorar la próxima vez.

Luego de la caminadora siguió una sesión con las pesas una rutina de sentadillas,jalón al mentón, ejercicios para fortalecer glúteos brazos etc. No tuvo noción del tiempo, hacer ejercicio lo relajaba lo distraía.

Estaba acostado sobre la camilla levantando un generoso peso que tenía en las pesas que bajaba y levantaba con un ritmo adecuado.

Escucho un sonido proveniente de la puerta, acomodó las pesas de nuevo en su lugar, se levantó de la camilla para ver quién era, una sonrisa se asomó por sus labios al verla parada vestida con un top color negro dejando ver la notoria pansita de embarazada. El cabello lo llevaba sujeto en una coleta, iba vestida similar a él.

Fernando fue a su encuentro, mientras que Lucero lo veía enamorada se veía tan sexi,sin camiseta dejando a la vista su bien marcado y tonificado  abdomen con las gotas de sudor resbalandose en todo su cuerpo, el cabello lo tenía pegado a la frente a causa de las gotas de sudor que bajaban por su rostro.Un auténtico Adonis.

Fernando: Amor, despertaste

Lucero: Pero mira nada más, que guapo te ves, Lucero retrocedió un paso dándole un último vistazo, lo escaneo con la mirada a lo que Fernando respondió con una pequeña risa.

Fernando: Pues tú no te quedas atrás, te ves preciosa vestida así se acercó a ella dándole un suave beso de buenos días sobre los labios.

Lucero: Vine hacer algo de ejercicio no te importa?

Fernando: Para nada pequeña, puedo ayudarte si quieres?

Lucero: Me encantaría.

Ambos fueron a dónde se encontraba una enorme pelota de goma color rosa, Lucero dejo sus toallas sobre una mesa, mientras se preparaba para comenzar. Se sentó sobre la pelota, mientras que Fernando la sostuvo de las manos, para que pudiera hacer mejor el ejercicio de las sentadillas. Luego de algunos minutos cambio de posición se acostó sobre una colchoneta, mientras sostenía la pelota con las piernas y la levantaba de arriba abajo.

Para finalizar fue hacia la caminadora dónde realizó cardio, mientras que Fernando la veía atentamente, monitoreadola por si acaso veía alguna eventualidad.

Fernando la ayudo a bajar del aparato, su rostro se había tornado de un color rojizo a causa de la actividad física, el sudor de su frente caía como cascadas de agua.

Fernando se posicionó detrás de ella, para poder abrazarlos a ambos, dejo la quijada apoyada en el hombro izquierdo mientras entrelazaba sus manos sobre el vientre de seis meses de embarazo. Lucero apoyo su cabeza en el hombro de Fernando mientras cerraba los ojos de lo bien que se sentía ese abrazo.

El bebé comenzó a patear, llamando la atención de ambos padres, Fernando colocó la palma de su mano para poder sentir mejor los movimientos.

Fernando: Creo que será futbolista

Lucero: Tu crees?

Fernando: Yo creo que sí.

Fernando: Sabes que te amo?

Lucero: No más que yo amor.

Lucero volvió acomodar su cabeza sobre el hombro de Fernando, mientras que el busco contacto con sus labios, aquel beso fue dulce pero con una pizca de pasión y deseo que siempre los caracterizaba.

Escucharon un ruido de la puerta, ambos se separaron para luego tomarse de las manos. Era Alfred quién llevaba una charola junto con una jarra de agua y un par de vasos de cristal.

Fernando: Gracias por el agua Alfred Fernando tomó un vaso de cristal dándole un generoso sorbo, mientras que con las toallas se secaba el rostro.

Lucero: Está riquísima.

Alfred: Creo que deberían irse a dar un baño el desayuno está listo.

Silvia: Espero que todo salga bien, quiero salir de esta pocilga lo más pronto posible.

John Williams era un policía que estaba de turno en la estación,era un hombre ambicioso y sin escrúpulos dispuesto hacer lo que sea hasta de matar si había algunos billetes verdes de por medio. Ayudar a Silvia a escapar de la cárcel iba a ser algo sencillo, ya vería la manera de culpar a alguien más por el delito que el había cometido.

John: Todo listo señora, muy pronto volverá a ver la luz del día.

Silvia: Perfecto, tengo un par de cuentas pendientes con alguien que debo resolver.

--- Esa maldita mujer me las pagará...

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