RELACIONES PROHIBIDAS ®

Capítulo 58

Silvia: Quiero salir, saquenme de aquí!!!

Estaba encerrada en una celda en la estación de policías, unos barrotes de metal le impedían salir,en la celda de enfrente estaban unas mujeres vestidas extravagantemente, calando unos cigarrillos el olor a humo y humedad era espantoso. No soportaba estar un minuto más allí dentro.

Las otras reclusas hartas de su escándalo comenzaron a lanzarle improperios nada agradables a lo que ella respondía que ellas no tenían ningún derecho a reclamarle nada, que ella era una dama respetable, lo que no podía decir de aquellas mujeres.

Karla era una mujer que estaba encerrada junto con Silvia,los empleados de un supermercado de la ciudad la sorprendieron robándose una cajetilla de cigarrillos. Por ser un delito menor estaría detenida 24 horas nada más, Karla dormía en la cama hecha de cemento. Despertó a causa del escándalo de la mujer que gritaba como loca.

Karla: Quieres cerrar la boca, no me dejas dormir.

Silvia: Y tu quien te crees para darme órdenes?

Karla: Estás gritando como loca, cállate no nos dejas dormir. Y a propósito, que hace una mujer como tu, elegante se ve que tienes dinero hasta para regalar, que haces metida aquí ?

A quien mataste?

Silvia: Yo no hice nada.

Karla:Pues yo creo que sí, o acaso alguien debe de estar lo suficientemente loco como para encerrar a alguien cuando ese alguien es inocente?

Silvia se dirigió aquella mujer, iba a caerle a golpes, pero alguien capto su atención. Fernando estaba parado frente a su celda.

Silvia estiró sus brazos entre los barrotes de metal tratando de alcanzarlo, pero Fernando dió un paso hacia atrás evitando su contacto.

Silvia: Mi amor, que bueno que viniste sácame de aquí por favor.

Fernando: Casi matas a mi hijo, casi matas a mi mujer como pudiste?

Silvia: Como? O sea que la mujerzuela y el bastardo no se murieron?

Fernando: Cállate, no voy a permitir que los insultes.

Silvia: Pues solo digo la verdad, es una vil mujerzuela que se interpuso en nuestro camino hasta lograr separarnos. Ella es la culpable de nuestro divorcio.

Fernando: A no, aquí nadie es el culpable más que tú, tu fuiste la que destruyó nuestro matrimonio, fuiste tú la que solo le importo un maldito ascenso en una empresa, fuiste tú la que se le olvidó que tenía un marido quien la esperaba pacientemente en casa, para abrazarte, besarte pero solo te importo tu bienestar, tu felicidad, nunca te importe yo.

--- Aquella mujer a la que casi mataste esa mujer es un ángel caído del cielo, esa mujer me enseñó el verdadero significado del amor, aquella mujer me enseñó lo que es sentirse amado y ser correspondido sin necesidad de rogar unas migajas de amor.

--- Qué te paso? Cuando te conocí tu no eras así, siempre fuiste una mujer con principios y valores, pero ya veo que me equivoqué.

Silvia: Y como querías que reaccionara ante una mujer que se robó a mi marido ? Y luego me entero que está embarazada. Lo menos que se merecían esos dos era morir.

Fernando quería poner punto final aquella plática, esa mujer nunca iba a recapacitar, tenía la esperanza que lo hiciera, que le dijera que estaba arrepentida por su comportamiento pero nada sucedió.

Fernando: Veo que no te arrepientes de nada?

Silvia: Te mentiría si dijera que si, si tuviera otra oportunidad acabo con la vida de esa mujer y de su bastardo.