Capítulo 46

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Entró con ella en brazos a la habitación, estaba asustado no sabía lo que tenía, la depósito lentamente sobre la cama, le quitó los odiosos zapatos, luego busco una manta de franela para cubrirla. Aún seguía inconsciente.

Corrió a la cocina buscando desesperado un botiquín de primeros auxilios o al menos una botella con alcohol. Tiró todas las cosas en la cocina, no consiguió nada, su búsqueda en los estantes de la cocina también fue inútil.

Fue a la sala, quizá allí tendría más suerte, busco en todos los cajones, estaba comenzando a desesperarse, trato de tranquilizarse respiro tres veces. Y luego continúo con su búsqueda.

Finalmente después de haber revisado casi todo el departamento al fin, encontró una pequeña botellita de alcohol, en uno de los cajones de los muebles. Corrió a la cocina en busca de un trapo limpio y regresó de nuevo a la habitación.

Destapó rápidamente la botella colocó el contenido en el trapo. Rápidamente se acercó a ella,y le colocó el trapo mojado bajo la nariz, le pasó tiernamente el trapo.

Fernando: Vamos mi amor, reacciona...

Aún seguía sin reaccionar, esto estaba mal. Siguió insistiendo con el trapo. Al cabo de unos segundos vio como recuperaba el conocimiento, se removía entre las almohadas, estaba despertando. Vio que abría los ojos lentamente.

El alma volvió de nuevo a su cuerpo, se sintió aliviado, corrió otra vez a la cocina por un vaso de agua, cuando regresó la encontró sentada en el borde de la cama, con la vista en el suelo, derramando algunas lágrimas.

Fernando se acercó lentamente a ella, le extendió el vaso de agua, ella con dedos temblorosos lo recibió, le dió un largo sorbo, terminando el agua de golpe, dejó el vaso cerca de la mesa de noche.

Lucero: Puedes dejarme sola??

Fernando: Como crees que te voy a dejar así? En ese estado

Lucero: Necesito estar sola, que no entiendes?

Fernando: Te acabas de desmayar, no puedo dejarte sola. Estás enferma y necesito cuidarte.

Lucero se levantó de la cama furiosa,ahora más que nunca quería estar sola, quería tomar una decisión sobre su futuro con Fernando, sin presiones.

Lucero: Para que estés más tranquilo, no estoy enferma, ahora vete y déjame sola.

Fernando: Pero....

Lucero: Estás sordo o que? Quiero estar sola, y si tú no te vas la que se va soy yo --- tomó sus zapatos se los colocó rápidamente, tomó un abrigo que estaba en una de las sillas, rápidamente se lo coloco, se dirigió hacía la salida no sin antes tomar sus llaves y su bolsa, y salió rápidamente de su departamento.

Fernando salió detrás de ella, detestaba esos cambios de humor miles de personalidades en una sola mujer,alegría,tristeza,furia,enojo, estaba más necia en hacer su voluntad,que cuando se proponía hacer algo no había poder sobre humano que la persuadiera de no hacerlo. Trataba de entender lo que le pasaba pero simplemente no podía. Debía detenerla,porque conociendola era capaz de dormir en la calle.

Fue corriendo tras ella, volteo a ver a ambos lados del pasillo para ver dónde estaba,la vio parada frente al ascensor esperando a que llegara, corrió antes de que la caja de metal llegara y ella entrara.

Fernando: Amor, espera --- comenzó a gritar, y a correr lo más que pudo para evitar que se fuera.

Lucero: Te dije que me dejaras en paz.

La caja de metal llegó al destino de Lucero, con un pequeño timbre anuncio su llegada, las puertas se abrieron,Lucero rápidamente entró al pequeño compartimento de metal, presionó varias veces el botón de bajar para que la caja reanudará su camino, las paredes estaban por cerrarse, respiro tranquilamente, pero unas manos impidieron que se cerrarán en su totalidad.

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora