Capítulo 42

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La relación entre Fernando y Lucero iba mejor que nunca, el amor que se tenían crecía y crecía  se iba afianzando cada vez más.

No había secretos entre ellos,cada uno conocía las debilidades, fortalezas y miedos del otro, el hablaba de sus problemas, ella como buen bálsamo lo ayudaba a olvidarse de estos.

Casi la mayoría de ocasiones a Fernando se le hacía imposible salir del departamento de su amada, salía hasta casi llegada la madrugada o se quedaba a dormir con ella.

Ella y el, acostados en la misma cama, respiraban el aroma uno del otro,bajo aquellas sábanas blancas de seda Fernando acariciaba la piel de su amada, suave como algodón  exquisita,delicada,tersa.

Fernando le decía que su piel era adictiva, era como una droga para el,que le era imposible dejar de acariciar.

Ella dormía sobre el dorso desnudo de el, Fernando la abrazaba por la cintura le acariciaba tiernamente el vientre cubierto por su pijama de seda.

Lo que Fernando no sabía era que acariciaba y abrazaba a su futuro hijo, el fruto del amor con la mujer de su vida, como tantas veces llamaba a Lucero . Su pequeña.

El departamento era como el pequeño nido de amor para los dos, el lugar donde solo ellos dos existían nadie más, ese era su pequeño gran mundo, ahí olvidaban que había un mundo afuera, se olvidaban de Silvia, del matrimonio casi extinto de Fernando. Ahí dentro solo existían  Lucero y Fernando y el hijo de ambos nadie más.

Las juntas de aveniencia entre Fernando y Silvia, eran una completa tortura para ambos abogados, el casi extinto matrimonio no se cansaba de insultarse mutuamente, Silvia gritaba a los cuatro vientos la  infidelidad de Fernando,mientras que el le gritaba casi lo mismo. Silvia quería más de los bienes estipulados en el convenio de matrimonio, mientras que el no estaba dispuesto a darle más dinero y bienes de la cuenta.

Al final ambos abogados les propusieron un acuerdo, que sus representados al final de cuentas tuvieron que aceptar, fue un acuerdo beneficioso para ambas partes.

Unas semanas después, Lucero se encontraba de nuevo en el consultorio de su ginecólogo, había llegado el día de la primera ecografía de su bebé, Cyntia no había podido acompañarla, debido a que tuvo que acompañar a su mamá con el doctor. La llamo para disculparse con ella, para lo cual Lucero le dijo que no pasaba nada, que cuando estuviera libre la esperara en su departamento.

Luego de colgar la llamada , Lucero escucho que la enfermera la llamaba, se levantó de aquella silla de cuero donde estaba sentada y se dirigió al consultorio del doctor.

Thomson: Lucero que bueno verte, como has estado?

Lucero: Bien doctor, con los malestares de siempre pero creo que es normal verdad?

Thompson: Al menos en los primeros meses si, luego todo cambia, y dime has tomado todas tus vitaminas?

Lucero: Las he tomado todas al pie de la letra.

Thompson: Me alegra, cómo vas con las emociones?

Lucero: Bien, las hormonas están haciendo estragos en mi.

Thomson:  Trata de controlar esas emociones, es por tu bien y sobre todo por el de tu bebé

Lucero: Seguro

Thomson: Y el papá de tu bebé?

Lucero pensó en Fernando, hoy al salir de consulta haría todos los preparativos para prepararle una sorpresa inolvidable.

Lucero: Aún no lo sabe, pero quiero darle la mejor sorpresa de su vida.

Thomson: Seguro será el hombre más feliz de la tierra, le vas a dar un hijo.

Lucero: Su primer hijo, el primer hijo de ambos

Thompson: Pues felicidades, y espero verlo en tu próxima consulta aquí contigo.

Lucero: Seguro doctor.

Thomson: Pues vamos a conocer al bebé -se levantó de su silla, y fue hacia unos cajones , saco una bata azul , y se la entregó a Lucero- ella la tomo entre sus manos.

Thomson: Alla- señalando una puerta de madera al fondo del consultorio, está el baño, cámbiate y ponte la bata, comenzaremos con la ecografía.

Lucero se levantó de la silla, y fue directo al baño. Cuando salió del baño vio al doctor frente a un novedoso ecografo, a simple vista veía frente a ella un aparato de alta tecnología, estaba tecleando algo en la computadora, y luego veía en el monitor.

Thomson: Acuéstate en la camilla,--le señaló la camilla de cuero verde que tenía frente aquel gran aparato. Y descubrete el vientre.

Lucero se trepó en aquella gran camilla, se recostó, y descubrió su vientre .

El doctor se colocó unos guantes de látex, le colocó un líquido frío gelatinoso de color azul en todo el vientre, Lucero se estremeció al sentir lo frío de aquel liquido. El doctor comenzó con el exámen, colocó el transductor sobre el vientre de su paciente, ese pequeño aparato metalizado, recorrió todo el vientre para encontrar a la pequeñita criatura que muy pronto se convertiría en un hermoso bebé. Después de unos minutos con el transductor en el vientre de Lucero, el doctor vio algo en el monitor.

Thomson: Ves ese pequeño círculo que está alli--- le señaló con uno de sus dedos al centro del monitor , ese es tu bebé, bueno tu futuro bebé,

Lucero comenzó a llorar, le parecía increíble ver y sentir a una nueva vida creciendo dentro de ella.

Lucero: Es tan pequeño, parece una ciruela, o quizá una aceituna.

El doctor rio.

Thomson: Bueno eso es porque estás en las primeras semanas, pronto veremos crecer a este pequeño, desarrollarse hasta convertirse en un precioso bebé.

Luego de unos minutos después realizando el exámen, el doctor tomó una fotografía de la ecografía imprimió aquella imagen de color blanco y negro. luego la guardo en un sobre blanco. Apagó el aparato colocó todos los instrumentos en su lugar.

Le pasó un par de toallas de papel a Lucero, ella las sostuvo en sus manos.

Thomson: Limpiate, y ve a cambiarte, yo te espero para darte las instrucciones finales y la cita para tu próximo control.

Lucero fue a cambiarse, luego de un rato salió, y se dirigió frente al escritorio de madera de su doctor.

Thomson: Estás excelente de salud, y tu bebé se ve saludable. Trata de cuidarte lo mejor que puedas para que tú embarazo llegué a feliz termino sin complicaciones.

Eso hizo que Lucero sonriera satisfactoriamente.

Luego de las indicaciones finales , el doctor le extendió el sobre blanco con la fotografía, la primer fotografía del bebé.

Thomson: Toma,-- le extendió el sobre, creí que te gustaría tener la primera foto de tu bebé.

Lucero recibió gustosa aquel sobre , le agradeció enormemente.

Thomson: Te veo en tu próxima cita.

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora