Siempre Fuiste Mía

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Ella pidió pencaYpollo

A ver,quien decide el siguiente?

CONTINUACIÓN DEL RELATO
NUESTRO FELIZ MATRIMONIO?

---" Me estás lastimando Colunga"-- su cuerpo yacia acostada en la cama dónde habitualmente dormía.

Fernando estaba sobre ella,besándola y acariciándola de manera salvaje y poco amorosa,mordía tal cual un león a su carnada apretaba como queriendo dejarle alguna marca de aquel acto sin duda alguna quería lastimarla.

--" Te estoy dando lo que tanto lo que tanto pedías,no era lo que querías ?"-- furico le separó las piernas con violencia para luego arrancarle el brassier de encaje negro que aún vestía.

--" Pero no así"-- dijo sollozando.

--" Quiero de vuelta a mi antiguo Fernando,aquel hombre dulce y caballeroso que era mi novio"-- trataba de quitárselo de encima pero era imposible.

--" Soy el mismo mi vida,que acaso no me ves...?" con violencia le sujeto ambas manos colocándolas encima de su cabeza.

--" No,no lo eres"-- dijo miedosa restregandose sobre las sábanas.

--" Quiero de vuelta a mi adorado esposo,aquel que solías ser antes de que aquella mala mujer te pusiera en mi contra"-- gritó envuelta en un mar de lágrimas sintiendo como Fernando detenía sus besos.

El moreno detuvo sus movimientos,era justo para ambos que su matrimonio se hubiese convertido en el mismo infierno cuando eran para muchos el matrimonio ejemplar?.

Era justo que por rumores y chismes el hubiese cambiado con la mujer que amaba con toda su alma?.

Eran varias las preguntas que se hacía mentalmente y para su infortunio ninguna tuvo respuesta.

Saco su cara del cuello de su esposa,para luego verla atentamente.

Su bonito rostro estaba empapado en lágrimas,temblaba como un corderito al acecho de su presa,el bonito maquillaje que tenía ahora estaba totalmente estropeado.

--" Mírame "-- pidió tomándola dulcemente del mentón.

Ella tímida y totalmente asustadiza volvió el rostro a su esposo,abrió sus ojos encontrándose con la mirada de aquel hombre que se enamoro desde el primer momento que lo conoció.

--" No te haré daño mi pequeña,solo quiero volver a sentirte mía"-- le soltó las manos,luego comenzó acariciar dulcemente su rostro.

--" Siempre he sido tuya"-- dijo notando el cambio de actitud de su esposo.

--" Pero esta noche,quiero que sea especial"--- le planto un dulce beso en  los labios.

Los recuerdos de ambos divagaron al pasado,aquella maravillosa época dónde ambos fueron inmensamente felices hasta que terceras personas a estropear su felicidad.

--" Tienes un amante...?"-- preguntó mientras se dedicaba a quitarle la única prenda que ella aún llevaba consigo.

El placer era desbordante,sintió desvanecerse cuando sintió los tremulos dedos de su esposo sobre sus muslos.

La despojo de su ropa interior dejándola completamente desnuda,siempre le encantó su cuerpo.

Aquel templo sagrado invitándolo a cometer el mayor de los pecados,le fascinaba ver su feminidad  totalmente depilada, totalmente empapada y lista para recibir su boca y su lengua.

--" Si sabes que te amo...?"-- preguntó susurrándole tan cerca del lóbulo de su oído.

Era como vivir en un maravilloso sueño,aquel sueño que añoraba que durará toda una eternidad.

--" Fer"-- fue lo único que artículo.

Su corazón dió un vuelco de felicidad al escuchar aquellas simples pero maravillosas palabras,llevaba poco más de cuatro décadas añorando escuchar aquello y ahora le parecía un sueño.

--" Responde a lo que te pregunté amor,tienes un amante...?"-- su enorme mano se colo enmedio de sus piernas,comenzando a acariciarla.

--" No"-- fue lo único que pudo articular al sentir aquella mano acariciarla magistralmente.

Los gemidos que salieron de la boca de Lucero aumentaron el libido en Fernando,quien movió su enorme mano acariciándola endemoniadamente.

Comenzó de adelante hacia atrás,haciendo placenteros movimientos circulares provocando en ella el inicio de un maravilloso orgasmo.

--" Y dime quién es ese tipo con el que te encontré...?"-- preguntó penetrandola con un dedo.

--" Un tipo que contraté para que se hiciera pasar por mi amante"--- confesó finalmente.

Empuño con fuerza las sábanas de seda de la cama, para luego dar un grito descomunal que amenazó con dejarla sin voz.

--" Porque lo hiciste...?"-- preguntó añadiendo un dedo más a su tarea.

--" Quería comprobar si aún me querías"-- dijo gimiendo con fuerza.

Fernando volvió a ser el mismo de antes,aquel hombre que con el simple hecho de tocarla cada poro de su piel se crispaba completamente.

--" Te amo más que a mi propia vida preciosa,como puedes dudarlo"-- preguntó pellizcando el moticulo de nervios que comenzaba a sentirse en su feminidad.

--" Príncipe "-- dijo antes de sentir un potente orgasmo apoderarse de su cuerpo.

--" Siempre fuiste mía,mía y de nadie más,no sabes cuánto me alegra. Vamos nena correte para mí"-- volvió a pellizcar de nuevo.

Su cuerpo convulsionó completamente,fue un orgasmo único y avallasador. Trataba de recobrar el aliento,su vista se nublo completamente, mientras que Fernando sacaba la mano de su feminidad llevándose está misma a su boca saboreando los restos del orgasmo de su esposa en sus dedos.

Se relamio sus resecos labios con la punta de su lengua. De la nada sintió como su esposo le robaba un apasionado beso.

Un beso que sabía a los antiguos,aquellos que pensaba cuando solían ser novios.

Podía sentir aún el sabor de sus fluidos en su boca para luego darle paso a la hábil lengua de su esposo en su boca.

Abrió lo más que pudo sus piernas dándole la bienvenida al enorme miembro de Fernando.

Con ayuda de una mano el dirigió su miembro en la entrada de ella, la penetró de una sola estocada provocando en ambos un suspiro de placer incomparable.

El moreno comenzó a embestir dentro de ella,su enorme miembro se perdió dentro de aquel valle su lugar favorito.

Ella lo rodeo con sus torneadas piernas obligandolo a entrar aún más.

--" Te amo"-- dijo ella al borde del placer.

--" Te amo más mi vida"-- respondió el jadeando.

Beso y mordió sus senos a su total y completo antojo mientras seguía embistiendo,ella le clavo las uñas en la espalda arañandolo completamente.

Ambos cuerpos bailaban el compás de una misma melodía,bañados completamente en sudor,jadeando y gimiendo sin parar.

La perdición de Fernando fue sentir como las paredes de la Feminidad de Lucero se contraían encerrando a su miembro en su interior.

Eyaculo con fuerza en su interior, mientras que ella sintió como su vientre se llenaba de aquel líquido caliente completamente.

Colapso sobre el cuerpo de su esposa dejándola prisionera bajo su cuerpo,ambos trataban de recobrar el aliento mientras que lentamente se quedaban dormidos.




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