Capítulo 38

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Estaba dentro de su auto esperando pacientemente a ver con quién saldría a cenar. Luego de unos minutos vio a un Audi R8 estacionarse frente al edificio.

De aquel auto bajo un hombre, vestido con traje de etiqueta, zapatos negros y una corbata roja alrededor de su cuello. Aquel hombre entro al edificio en busca de su acompañante.

Sabía quién era aquel hombre, apretó el volante con fuerza, fue tanta la fuerza que impuso que los nudillos se le pusieron blancos. Estaba furioso comenzó a golpear el volante con fuerza.

Fernando: Alonso!!!

Unos minutos más tarde la vio salir del brazo de Alonso, se veía preciosa llevaba un vestido casual floreado, que le llegaba encima de las rodillas, llevaba el pelo en una coleta con algunos mechones sueltos, el maquillaje era sencillo pero muy coqueto, los zapatos eran color nude,para complementar su outfit un abrigo largo color negro.

A comparación como la había dejado antes de salir, se veía mejor, con un semblante triste pero sabía muy bien como mostrarse alegre ante el.

Vio que Alonso le abría la puerta del copiloto para dejarla entrar , luego rodeo el vehículo y subió el.

Vio que el vehículo se alejaba, la irá corría por sus venas, estaba celoso, hubiera deseado ser el quién la hubiera acompañado y no otro hombre.

- Quería seguirlos, pero no pudo iba a dejar que la tormenta  se calmara luego volveria hablar con ella.

Fue directo a casa.

Iban por una calle transitada de la ciudad, Alonso logró distraerla de la terrible confesión de Fernando hace algunas horas, no quería salir a ninguna parte pero no podía dejar plantado a Alonso.

Alonso: Y bien Lu, a dónde quieres ir a cenar?

Lucero: Pues se me antoja pizza?! Tu que dices?

Alonso: Pues no creo que eso sea una cena, pero bien cenaremos pizza.

Lucero: Que bien!

Alonso la llevo a una reconocida pizzería de la ciudad, aparco el auto y se dirigieron al local.

La recepcionista los llevo a una mesa, junto a un gran ventanal dónde se podía observar toda la ciudad de noche.

El mesero llegó con las cartas a tomarles la orden.

Mesero: Bienvenidos que van a ordenar?

Alonso estaba hojeando el menu, Lucero hacía lo mismo.

Alonso: Puede traernos una botella del mejor vino que tenga. Y yo quiero una pizza de mozzarella.

Mesero: Y usted señorita?

A Lucero simplemente se le antojo todo lo que estaba viendo pero se conformo con una de jamón.

Lucero: Yo quiero la pizza de jamón por favor.

Mesero: En un momento les traigo lo que ordenaron.

Mientras esperaban la orden, Alonso hizo conversación, quería confesarle muchas cosas, era el momento.

Alonso: Iré al grano Lu.

Lucero no entendía a lo que se refería.

Alonso: Desde que te vi me gustaste mucho, eres una mujer espectacular, dulce, hermosa, tierna. Me gustaría que intentaramos algo tu y yo que dices?

Podríamos salir, conocernos mejor.

Lucero no sabía que decir ante esa confesión, todo hubiera sido diferente si se hubiera fijado en un hombre libre, no en un hombre casado.

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