Al día siguiente, terminé a las 4 pm las clases de la universidad, dirigiéndome inmediatamente a mi lugar de trabajo. Hoy por fin es la paga.
Más feliz de lo normal caminé por las calles de la ciudad admirando todo a mi alrededor... realmente me encantaría vivir aquí para siempre y me encantaría que mis padres se vinieran conmigo.
Muchas personas me han dicho que estoy loca por querer vivir con mis padres... pero nadie sabe lo que hemos tenido que pasar juntos. Jamás podría dejarlos atrás.
Cuando llegué a Gallery Grill, me di cuenta que varios de mis colegas corrían de un lado a otro. Me quedé parada en la puerta. Nunca había visto tanto movimiento.
—¿Qué estás esperando Julieta? ¡Ve a cambiarte! —Escuche gritar a la Sra. Judith. Mi jefa.
Fui a los camarines rápidamente, me puse mi uniforme que consistía en una polera negra y un delantal por encima, que decía en letras blancas "Gallery Grill", y salí inmediatamente a ver en que podía ayudar.
Me encontré a mi compañera de trabajo Rebecca y me dijo el por qué estábamos tan alterados. Resulta que reservaron el restaurant para hacer una pequeña junta de negocios. Tendríamos que preparar la carta completa de aperitivos, almuerzo, entrada, etc.
Becca fue la primera amiga que hice cuando llegué a trabajar a este lugar. Siempre se comportó amable conmigo, y en todos estos meses nos hemos aprendido a conocer mucho mejor.
Mientras Becca me estaba informando más detalles de los futuros acontecimientos, la señora Judith nos interrumpió drásticamente en nuestro parloteo.
—Julieta, hoy serás la anfitriona de este evento, por favor atiéndelos con elegancia y profesionalismo, no te pongas nerviosa... si lo haces bien recibirás buena propina.
Mis manos comenzaron a sudar de los nervios, pero me obligué a superarlo. Amarré mi cabello en un moño alto y me preparé mentalmente para lo que estaba por venir.
Al rededor de 15 personas, entraron en al restaurant. Los estaba esperando cerca de la entrada, por lo que saludé cordialmente y les indiqué sus asientos.
Había entregado la carta a todos los invitados, pero cuando giré para devolverme a la cocina, choqué muy fuerte con alguien, perdiendo totalmente el equilibrio.
Sentí como mi cuerpo se iba hacia atrás... cerré los ojos preparada para el impacto en la cerámica, sin embargo, unas manos muy firmes me sujetaron de la cintura y evitaron que mi cuerpo cayera al piso.
— ¿Estás bien?, ¿te hiciste daño?
Un hombre que vestía un elegante terno color negro, me salvó de pasar esa triste escena. Sus ojos eran muy oscuros.
Me obligué a dejar de inspeccionar físicamente a ese hombre e hice ademán de levantarme, recibiendo, nuevamente, la ayuda de mi salvador
—Si... estoy bien, muchas gracias y disculpe mi torpeza.— Le dije con una sonrisa tímida y mis mejillas sonrojadas, haciéndolo sonreír.
—No te preocupes belleza, encantado de poder ayudarte.
Todas las personas de la cocina estaban atentas a lo que había pasado, le indiqué donde estaba su asiento, le entregué la carta y recibiendo una hermosa sonrisa de su parte me devolví a la cocina.
—Qué demonios pasó ahí afuera ¿acaso viste a ese hombre? ¿Por qué yo nunca he chocado con alguien como él? —Dijo Becca refunfuñando.
La Sra. Judith se rio y me dijo con palabras de aliento —Controlaste la situación muy bien Julieta. Vamos a darles una excelente velada esta tarde.
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El Fuego De Tu Mirada
RomanceLos días pasaban y no encontraba manera de poder alejarme. Me hice adicta a tus caricias, a tu sonrisa y a tu calor, a tu ojos, a tus manos y a tu boca. sin darme cuenta, mi vida ya no era mía... sino que te la entregué a ti sin penssarlo. Mi mundo...