Julieta Bassett
Salí de mi última clase exactamente a las 14:30 Horas. Me alejé de la sala rápidamente, ya que no quería hacer esperar otra vez a Liam.
Bajé por el ascensor hacia el primer piso y al llegar, avancé inmediatamente hacia el estacionamiento. Cuando puse un pie afuera de la universidad, pude visualizar a lo lejos, a Liam saliendo de su lindo auto.
La brisa que se levantó de repente, erizó la expuesta piel de mis brazos, haciéndome desear haberme puesto una blusa de manga larga, en vez de la blanca blusa sin tirantes.
—Hola, Julieta ¿Cómo estás?
Saludó el elegante varón cuando llegué a su lado. Sus brazos me envolvieron en un tierno y corto abrazo, el cual recibí encantada.
—Estoy bien, Liam ¿Y tú? — Respondí cuando nos separamos.
—Mejor ahora que te veo —Rió — Estás muy hermosa Julie.
Su mano derecha acomodó un pequeño mechón que se había colado hacia mi rostro, detrás de mi oído, logrando que un pequeño sonrojo se extendiera por mis mejillas.
—Oh,Muchas gracias — Sonreí cohibida — Yo...
Mis palabras quedaron inconclusas en el aire cuando alguien me tomó del brazo y me tironeó hacia atrás. un hombre alto, de gran espalda se interpuso entre Liam y yo, impidiendo nuestro contacto.
—"¿Qué demonios estás haciendo en Toronto, maldito imbécil?"
No puede ser...
—¿Acaso no te dije que te mantuvieras alejado de mí?— Gruñó.
No podía creerlo... El profesor Alexander se acercaba poco a poco a Liam, haciendo que este retrocediera a medida que avanzaba.
¿Se conocen?
—Alex, cálmate — Musitó Liam —No estoy aquí por ti... Vine a buscar a una amiga. —Sus manos se elevaron levemente, pretendiendo detener el avance de mi profesor.
Mi cuerpo estaba totalmente inmóvil y cuando el magnífico hombre que inundaba mis sueños cada noche, se giró para verme, sentí que me ahogaba.
Su ceño estaba completamente fruncido y los hermosos ojos verdes que tanto me gustaban, se habían oscurecido levemente. Escrutó mi cuerpo de arriba a abajo haciendo un extraño gesto de enfado, el cual logró hacerme sentir muy pequeña... Como si me hubiera pillado en algo muy malo.
¿De dónde se conocen?
Sin previo aviso, se giró nuevamente hacia Liam volviendo a darme la espalda, pero esta vez, se acercó de manera muy amenazadora, diciéndole al oído algo que no logré escuchar.
Mis ojos estaban totalmente abiertos y no me di cuenta que estaba aguantando la respiración, hasta que el profesor Alexander estuvo frente a mí.
— Súbete a mi auto.
Su voz autoritaria embargó el ambiente en su totalidad y sus bellos y amenazadores ojos no se despegaron de los míos.
¿Estaba enojado conmigo?
Abrí mi boca tratando de encontrar palabras... pero mi mente estaba totalmente en blanco.
—¿Quieres que te suba yo? — Me advirtió bajando un poco más la voz para que Liam no escuchara nada.
¿Pero qué...?
—Usted no puede hacer eso... —Respodí frunciendo mi ceño.
Su gran porte me hacía sentir diminuta, por lo que elevé mi mentón aparentando seguridad. Claramente yo no sabía lo que estaba pasando entre ellos... no podía culparme por algo que desconocía.
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El Fuego De Tu Mirada
RomanceLos días pasaban y no encontraba manera de poder alejarme. Me hice adicta a tus caricias, a tu sonrisa y a tu calor, a tu ojos, a tus manos y a tu boca. sin darme cuenta, mi vida ya no era mía... sino que te la entregué a ti sin penssarlo. Mi mundo...