Julieta Bassett
Cuando llegué a mi habitación, lo primero que hice fue entrar al baño y darme una larga ducha. Sentía como los músculos de mi cuerpo se iban relajando poco a poco a medida que el agua caliente caía sobre mí cabeza.
Todavía tenía en mi memoria lo que había visto en la universidad... Sé que no hemos tenido ninguna interacción más allá de lo estrictamente formal, y eso es lo que más me emputece.
¿Por qué ella?
Soy yo la que lo sueña todas las noches... él es el único hombre que he deseado en toda mi juventud y elige darle de su éxtasis a otra mujer que puede tomarlo de cualquier otro.
Bueno... quizá eso es lo que busca en una fémina, alguien desinhibida, alguien que no de tantas vueltas al asunto, alguien totalmente diferente a mí.
Una pregunta invade mi mente. Y si él se fijara en mí ¿Sería capaz de entregarme sin sentir nada? Odiaba conocer la respuesta. Quizá si hubiera nacido en la ciudad más excitante de los Estados Unidos sería alguien diferente, alguien con un pensamiento más liberal y sin tantas ataduras... pero no.
Salgo de la ducha y me arropo en mi pijama de polar. Me seco el cabello, me preparo un té y me acuesto en mi cómoda cama. De repente recuerdo la tarjeta que Liam me había dado hoy en el restaurant y me levanto rápidamente a buscarla.
Estoy segura que la guardé en mi bolso.
La busco por todos lados, doy vuelta hasta el último borde de mi estúpida mochila y nada ¿Dónde pude haberla perdido?
Oh no... Zeus por favor no.
La mochila se me cayó cuando espiaba al profesor Alexander. No puede ser. ¿Qué probabilidades hay que esa pequeña tarjeta se saliera de mi bolso?
¿Por qué el destino se empeña en jugarme malas pasadas? ¡MALDITA SEA!
Me desespero completamente. Mis pasos van de un lado a otro tomándome la cabeza entre las manos ¿Por qué... por qué... por qué?
¿Ahora qué hago? Piensa Julieta, piensa.
En el mejor de los casos ni si quiera se me perdió ahí... no tengo que suponer cosas. Quizá se me cayó en la calle o en la biblioteca. Quién sabe.
Ok... no dejaré que el pánico me aborde. Además, si encontraran la tarjeta, no habría manera de que supieran quién estuvo ahí.
El dilema ahora es ¿Cómo me comunico con Liam? Va a pensar que no quise hablarle, que no me gustó volver a verlo...
Me dirijo nuevamente a mi cama. Tomo mi celular y recuerdo que existen más redes sociales. ¿Por qué soy tan lenta?
Abro rápidamente Facebook, el cual uso solamente para ver memes... pongo en el buscador Liam Miller y aparecen más de 1000 personas con ese nombre. Busco de nuevo y ahora pongo Liam Miller Toronto, los resultaron arrojaron solo a 50 personas y obviamente me doy el tiempo de buscarlo.
¡EUREKA!
Abro su perfil y empiezo a mirar sus fotos. Ha viajado a muchos lugares del mundo. Italia, Alemania, Asia, Brasil, Chile y Grecia... Mi adorada Grecia. Algún día podré conocer ese hermoso país tan maravilloso.
Sin dudar lo agrego a mis amigos y le escribo un mensaje.
Julieta Bassett: Hola Liam, espero que no me hayas olvidado perdí la tarjeta que me diste pero te encontré aquí me encantó volver a verte. Buenas noches.
Aprieto enviar y me doy cuenta de la hora.
1:00 am.
No creo que responda ahora por lo que decido dormir... mañana entro muy temprano a universidad y no quería llegar tarde.
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El Fuego De Tu Mirada
RomanceLos días pasaban y no encontraba manera de poder alejarme. Me hice adicta a tus caricias, a tu sonrisa y a tu calor, a tu ojos, a tus manos y a tu boca. sin darme cuenta, mi vida ya no era mía... sino que te la entregué a ti sin penssarlo. Mi mundo...